Córdoba, Ver.- El Servicio Postal Mexicano sufre la disminución de un 40% de sus servicios a causa de la competencia de las grandes paqueterías, lo que le ha dejado en desventaja principalmente en temas de rapidez de la entrega cuando se trata de paquetes, dijo Francisco Solano Ochoa, cartero postal especializado del municipio de Fortín y con 30 años de labor.

Reconoció que es una realidad que desde la existencia de las mensajerías y paqueterías privadas la carga de trabajo es menor, pero eso no les representa un riesgo de cierre, pues pese a que la empresa es mexicana y con varios años en el mercado, son la entrega de correspondencia como pagos al banco los que mantienen estable y vivo a este servicio.

A diferencia de las grandes marcas de paqueterías y mensajerías privadas, el entrevistado dijo que el servicio que ellos ofrecen es más económico; “es más rentable mandar un paquete por correo porque es económico, hoy el día el servicio en nuestro país es muy utilizado por la gente de la zona par enviar paquetes a familiares en estados unidos, mandando de 10 a 20 kilos y el costo es bajo en comparación de una empresa privada”.

Actualmente se mantienen por la paquetería y aunque en su contra están los tiempos buscan como empleados rendir en su trabajo.

Ejemplifica que si se manda un paquete a Tijuana este día en el servicio que ofrecen tardaría aproximadamente 2 semanas en llegar al destino lo que con las empresas privadas sería en 3 días, pero hablando económicamente un paquete de 120 kilos sale el envio en 150 pesos mientras que con la competencia indirecta está en 3 mil pesos.

Solano Ochoa descartó que estén en riesgo de extinguirse, pues como trabajadores hacen su mejor esfuerzo; “me queda claro que los enlaces son los afectan o retrasan la correspondencia, pero si hoy mismo llega una carta al otro día ya lo recibieron”.

Aunque afirmó deben de modernizarse con los enlaces y hace falta quizá personal, son una empresa federal que se mantiene en el gusto de la ciudadanía

Finalmente, dijo que en diciembre con las tradicionales cartas o tarjetas navideñas tuvieron una baja pues solo tuvieron un 25 por ciento a comparación de otros años donde rebasaban la “meta”.