Córdoba, Ver.- En el parque 21 de mayo de la ciudad de Córdoba podemos ver que la costumbre de los boleros sigue vigente. Son 9 las personas, quienes en compañía de música o leyendo un periódico esperan a sus clientes que se sientan en una silla apoyando sus zapatos sobre unas repisas.
Hoy en día existen variedad de “grasas” para los zapatos, negro, café y blanco para cada tipo de tela y color.
Cabe mencionar que este oficio nació en respuesta a la popularidad de los zapatos de cuero donde emperadores, reyes y presidentes lucían zapatos radiantes.
El método de los boleros es primero se quita el polvo con un cepillo especial llamado crin, después con ayuda de una brocha se pone cera sobre el zapato, luego se retira la misma con ayuda de un pañuelo y se da una pasada con el cepillo para sacar el brillo.
Boleros o aseador de zapatos un término y oficio que está en peligro de desaparecer en el país.
El bolero es un bonito oficio el cual desafortunadamente con los modernismos se está quedando en el olvido. Este oficio data en México desde el siglo XIX donde se lustraban zapatos con pañuelos y cera o linóleo.