Amatlán, Ver.- Ahora son más los mexicanos que buscan cruzar la frontera hacia los Estados Unidos, en su mayoría, se trata de personas adultas que por la pandemia del Covid-19 se han quedado sin empleo, así lo dio a conocer Norma Romero Vázquez, encargada del refugio de migrantes "Las Patronas"; en contraste, ha bajado el paso de migrantes por el tren, pero siguen brindando ayuda ahora tomando todas las medidas de prevención para evitar contagios por el virus.
Tabasqueños y Chiapanecos, se agregan a la lista de personas que pasan por el refugio de Las Patronas para descansar, comer y recuperar fuerzas pues su prioridad es llegar al "otro lado" para poder mejorar su situación económica o bien encontrar un empleo y seguir dando el sustento a su familia.
Continuamos con nuestras labores y ahora, hermanos mexicanos llegan con nosotros buscando la oportunidad de un empleo fuera de su tierra, una parte de la pandemia quizá hizo que salieran a buscar pues a muchas personas que laboraban las despidieron y al ser en su mayoría mayores pues es más complicado encontrar un trabajo
En los casi cuatro meses de cuarentena al albergue de las Patronas han llegado un total de 25 personas, hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, pero dentro de esa cifra hay un aproximado de 10 mexicanos.
El pasado viernes, 5 personas procedentes de Honduras y Guatemala dejaron las instalaciones para poder seguir con su trayecto lo más cercano a la frontera Estadounidense, “se recuperaron, estuvieron un tiempo descansando y algunos se trataron algo leve hablando de enfermedad y así pues, dejaron el albergue”.
Romero Vázquez, dijo que el Hospital Civil Yanga, es quien los apoya cuando migrantes llegan con ellas en un estado de salud no estable y ellos como nosocomio les piden apoyo a ellas cuando una personas que procede de otro lado busca estar tranquilo luego de su tratamiento médico, es decir, recuperarse.
Apenas tuvimos el caso de un chico que lo mutiló el tren en Orizaba, luego de darlo de alta se fue a su país y un chico de una mano que tristemente perdió dos dedos al momento de que el tres "se jalonea o se sacude" no se percató y allí ocurrió el accidente; él también estuvo un tiempo y fue deportado a su país ya que no quisieron continuar su trayecto
De esta forma, la semana pasada fueron contactadas por una trabajadora social para pedir su apoyo respecto a un adulto mayor procedente de la Selva Lacandona, quien buscando empleo se salió de su lugar de origen para vender su bisutería, al enfermarse de gastroenteritis ahora se recupera.
Referente al tema del paso migrante por el tren que pasa a unos cuantos metros del refugio ubicado en Amatlán, Norma Romero, dijo que ahora es menos la afluencia de personas que viajan en el medio terrestre, “quizá digan que no los ven, pero nosotras que a diario escuchamos el silbato del tren, salimos con comida y para las 3 o 4 personas que vengan los apoyamos porque sabemos que necesitan de nosotras”.