Veracruz, Ver.- Las cámaras análogas de rollo se resisten a desaparecer aún en plena era tecnológica de celulares con cámara, porque la magia de la fotografía sigue siendo una de las mejores experiencias, afirmó Daniela Garrido Méndez, fotógrafa independiente y encargada del club análogo del museo Álvarez Bravo en Oaxaca.
En entrevista, destacó que aún existe una pequeña comunidad de fotógrafos análogos, esos que continúan utilizando cámaras de rollo y hacen el revelado y la impresión en laboratorio químico.
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¿Qué se necesita para el funcionamiento de una cámara análoga?
Reconoció que el proceso es más caro, ya que los químicos y el papel son costosos, además de la utilización de rollos, pero insistió que las cámaras con más tecnología son más caras y eso compensa lo otro.
Comentó que la mayoría de las cámaras análogas que aún hay son por herencia de padres o abuelos a sus hijos.
“Con los celulares y la era tecnológica ya tenemos acceso a las cámaras mucho más fácil pero en lo particular, hay como una corriente que estamos con la nostalgia de las cámaras análogas nos gusta el proceso manual y el proceso un poco más lento que nos hace pensar más la imagen, que nos hace esperar, hace hacerlo con nuestras propias manos”, explicó.
¿Cuáles son algunas desventajas de las cámaras análogas?
Mencionó que algunas de las desventajas de las cámaras análogas es que solo tienen 36 disparos de un rollo y no pueden repetir la imagen, por eso los obliga a pensar más en lo que están haciendo, reflexionar sobre la imagen, el espacio, los colores y demás.
“Tienen solo 36 disparos y no puedes repetir tantas veces como quisieras y tampoco es el resultado inmediatamente, pero precisamente eso te obliga a esperar a tener una pausa en tu vida y pensar la imagen, poder hacer y después de un tiempo y proceso qué se hace ver el resultado”, expresó.
Consideró que el proceso revelado sigue siendo mágico, interesante que se puede fomentar en las nuevas generaciones para evitar que muera este proceso y sea suplantado por la tecnología.
“Me niego a pensar que esto pueda desaparecer porque soy muy amante de esta técnica, del revelado, es un proceso mágico, para las nuevas generaciones entrar al laboratorio y ver en un papel como se va generando la imagen, es mágico, emocionante, estimulante, observar ese proceso químico”, destacó.
Afirmó que aún hay mercados para la compra de piezas y repuestos para las cámaras análogas, incluso en la Ciudad de México hay avenidas de comercios especializados en fotografía.
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Publicado en Diario de Xalapa