Córdoba, Ver.- Tras descansar dos días en la localidad La Atalaya, municipio de Tierra Blanca, la caravana de migrantes Jesucristo partió la tarde de miércoles rumbo a La Tinaja, al sur de Veracruz.
De acuerdo a reportes de colectivos que brindan ayuda humanitaria a migrantes, durante el camino se han ido quedando algunas personas; inicialmente salieron de Tapachula, Chiapas, más de dos mil personas; hoy han contabilizado poco más de 500 que siguen en esta ruta en grupo.
Además informaron que dicha caravana viene resguardada por elementos del Instituto Nacional de Migración, Grupo Beta y la Guardia Nacional, quienes les van brindando protección.
A los lugares que han llegado les brinda ayuda la autoridad municipal, a través de sistema DIF, mientras que los albergues se activarán si es que se acercan a pedir ayuda.
El sacerdote Julián Verónica Fernández, fundador del grupo voluntario "Vive Migrante", mencionó que se mantienen estrecha coordinación con otros grupos a fin de irse informando cómo avanza la Caravana y en caso de ser necesario llevarles alimento a través de las pastorales familiares y sociales de la Iglesia Católica, pero hasta ahora no ha sido necesario.
Migración, problema que crece: sacerdote
Reconoció que la sociedad civil siempre se une con los migrantes apoyándolos con alimentos, ropa y agua, además de dulces para los niños.
Asimismo, lamentó que la migración siga siendo un grave problema que no se haya podido frenar y al contrario vaya en aumento por la falta de políticas públicas de los gobiernos de los países centroamericanos.
En los municipios como Jesús Carranza y Tierra Blanca han sido los sistemas DIF municipales quienes han brindado alimento y alojamiento a estas personas, por lo que el sacerdote reiteró que no ha sido necesario que se intervenga por parte de los colectivos que brindan ayuda humanitaria.
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Esta caravana pretende llegar a la Tinaja y continuar su camino por la carretera federal, ya que no los han dejado subir al tren, pues llevan niños y mujeres embarazadas y consideran es un riesgo.
Su destino final es la frontera norte, en donde pretenden solicitar la visa humanitaria para ingresar a los Estados Unidos y trabajar para tener mejores condiciones de vida y apoyar a las familias que dejaron en sus países de origen.