Orizaba, Ver.- Por cómo evoluciona la pandemia, no se regresará a las clases presenciales, señaló Jorge Isaac Sarquiz, catedrático e investigador de la Universidad Veracruzana. Dijo que, si bien instituciones del nivel superior recurrían a ellas como una opción para reforzar la enseñanza, realizarla al cien por ciento a través de éstas es un reto del que están saliendo airosos.
Subrayó que el principal obstáculo que se ha encontrado como catedrático es que no todos los estudiantes tienen acceso a internet, no tengan acceso a vídeo o no pueden poner el audio y la comunicación es con mensajes.
Reconoció que impartir clases de esta forma ha sido un gran reto para él, pues que ha involucrado, no solo tener que familiarizarse con las particularidades de la tecnología para sacarle todo el provecho, sino también acostumbrarse, ya que no es lo mismo presencial que no presencial.
“Tengo alumnos que me han dicho: donde yo vivo no hay internet, no me puedo conectar, pero tenemos la instrucción de no excluir a nadie por esa razón”, dijo y agregó que la opción es que una vez que se regrese a la normalidad, los estudiantes tendrán la oportunidad de cumplir con todo lo que no hayan podido hacer durante el tiempo que estuvieron en contacto en línea.
Subrayó que el permanecer en semáforo rojo ha hecho que las actividades escolares, para quienes concluyen su carrera se extendieran, más allá de las clases a los exámenes, pues muchos están presentando su examen profesional, en línea.
La Universidad Veracruzana comenzó el semestre actual en febrero de este año, un mes después enviaron a todos a casa a consecuencia de la pandemia, por lo que de inmediato implementó el trabajo en línea para no perder tiempo, recordó el catedrático.
Agregó que el reto para la primera generación, que ha tenido que enfrentar esta situación de manera obligada, no ha sido fácil; “pero guardadas las reservas pienso que mis compañeros profesores y los alumnos sentimos que esto como primer ensayo no estuvo mal, estamos saliendo bien y airosos; pero de aquí en adelante tiene que ir mejorando”, resaltó.
Enfatizó que esta forma de impartir clases llegó para quedarse, pues mientras no haya una vacuna contra el Covid-19 que permita reintegrarse a la normalidad, las clases y el trabajo será a distancia.
Requiere de adaptación, de voluntad, pero la autoridad universitaria ha mostrado toda la voluntad, primero, para no exponer a los muchachos, ni a los catedráticos.
“La rectora y el vicerrector han sido contundentes en ese sentido. Por ningún motivo vamos a exponer a los profesores, ni a los alumnos; por lo que vamos a tener que cumplir con lo que tenemos que hacer, porque para eso nos pagan y le vamos a pedalear y poner toda la galleta para cumplir a nuestros muchachos”, concluyó.