Córdoba, Ver.- La clasificación a las mujeres respecto a su comportamiento sentimental les ha dado adjetivos calificativos como “locas”, “tóxicas” y “celosas”, Mau e Ingrid pasaron por esta situación donde su situación emocional les hacía perder la razón sin entender en su momento que algo malo estaba en ellas.
Mau, comentó que sus celos eran a un grado de cuidarle a su esposo la mirada, “recuerdo que por las noches le revisaba el celular, le tomaba el tiempo cuando salía del trabajo a la casa y al momento de salir a divertirme no podía bailar pues sentía, me tenía miedo”.
Las pláticas del trabajo entre ella y su esposo se volvieron resumidas en palabras como “bien”, “tranquilo”, “relajado”, “cansado”, palabras breves que trataba de cuidar pues si en la conversación salía a relucir el nombre de una compañera, su comportamiento cambiaba de forma inmediata.
Sus celos eran tantos que su familia, amigos, hijos y esposo la catalogaron como una mujer celosa y tóxica pero en su cabeza Mau tenía la razón siempre y fue cuando empezó a alejarse su esposo de él, cayendo en mentiras entre ellos situación que agravó más la relación.
Sin pensar en que tenía un problema emocional, los adjetivos calificativos que sus familiares y amigos le provocan enojo, llegando a pensar que estaba siendo incomprendida, sin embargo la situación cambió cuando llegó al grupo de Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos, donde notó que todo lo que había pasado fue un proceso emocional derivado de inseguridades, mismas que hoy día ha mejorado.
Cabe hacer mención que Mau pudo recuperar su relación y ahora es segura de sí misma y continuando con sus pláticas en el grupo de neuróticos anónimos ha visto un cambio en su vida.
Por su parte, Ingrid, vivió una situación similar donde la confusión entre el amor y los celos la hacían poner estos conceptos a la par, “si los amo, los cuido y los celo es porque no quiero que se vayan de mi, pensando que eso era normal en las relaciones, no entendía porqué mis relaciones de noviazgo no funcionan”.
En su mente, Ingrid ideaba la historia de amor romántica donde había matrimonio de por medio, pero sus relaciones únicamente llegaban a durar meses o un año.
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Ella, también fue catalogada por su entorno como una mujer celosa, tóxica, impulsiva y controladora en las relaciones, pensando que las mujeres debían ser consentidas en todos los aspectos, no obstante el ser calificada con estos adjetivos le molestaba, provocando distanciamiento entre sus familiares y amigos.
Para ella estar soltera en años pasados implicaba una soledad, ahora luego de haber llegado al grupo disfruta este momento de su vida y ser feliz.
Finalmente, ambas entrevistadas dieron un mensaje a las mujeres invitándolas a tomar un tratamiento emocional a base de pláticas y experiencias vividas, esto ayudaría a cambiar su perspectiva de vida y dejar de crear etiquetas en las mujeres por comportamientos emocionales no controlados.