Córdoba, Ver.- Dejar "guapos a los cadáveres" en lo que será su despedida, así es como califica Rafael Viveros su trabajo como embalsamador. Egresado desde hace 18 años de la Universidad Veracruzana como Técnico Histopatólogo Embalsamador, señala que le gusta mucho lo que hace.
En entrevista para El Sol de Córdoba, relata que hay muchos mitos sobre este trabajo, en su caso les pide permisos a los muertos antes de empezar su labor.
Señala que su trabajo con un cadáver incluye bañarlos, cortarles el cabello, las uñas, peinarlos, maquillarlos y dejarlos presentables para colocarlos en el ataúd, donde los familiares les darán el último adiós, antes de llevarlos a sepultar.
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¿Vivencias paranormales?
Rafael Viveros señala que las cosas que considera como paranormales que le han pasado en su lugar de trabajo son que le esconden los utensilios o le cambian las cosas de lugar, se mueve el cadáver, escucha ruidos extraños o siente "la vibra pesada". Incluso cuenta que ha ocurrido que a veces alguien grita su nombre, pero ya se ha ido acostumbrando, pues tiene 12 años que labora en una funeraria embalsamando cuerpos.
Dice que, aunque suene raro, a las familias les gusta despedir a sus muertos "guapos" y a él le gusta entregar un trabajo perfecto, que la gente se vaya satisfecha y lo ha logrado.
Viveros refiere que no le da miedo trabajar con la muerte, pero es muy respetuoso; insiste en que pide permiso para que lo dejen trabajar y todo sea rápido.
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Lo que siempre le preguntan sus familiares es su forma de trabajar en la funerarias y lo cuestionan sobre qué es lo más raro que le ha pasado, o si es mito o realidad que pasen cosas paranormales.
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Para Rafael Viveros, lo que él hace es darle a los cadáveres "su último spa"; los trata bien y los arregla para su última morada. Dice que no teme que alguien se levante o le hable; aunque dice que no le ha pasado alguna situación de este tipo.
Su trabajo en el laboratorio prácticamente lo hace solo: él y el cadáver. La familia le dice qué es lo que quiere y lo cumple al pie de la letra, es parte de los que hace todos los días y que muy pocos se atreven, pues tienen miedo de trabajar cerca de la muerte.
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