Córdoba, Ver.- Jorge García Pérez, 30 años al servicio de Cruz Roja, tiempo en el cual ha sido formador de técnicos en urgencias médicas, enfermeras que se han convertido en voluntarios de esta institución.
"Hoy es un día muy especial, cumplo 30 años, pero no de edad, sino de haber sido contratado por Don Emilio Fanjul (un gran señor) para ser el Administrador de la Cruz Roja de Córdoba. Gracias a la recomendación de otro gran hombre, Don Bernardo Cessa Camacho" recordó.
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Para Jorge García, "han sido 30 años llenos de satisfacciones, de poder servir al prójimo en sus momentos de dolor, los paramedicos, las enfermeras, Damas Voluntarias, los doctores, los juventinos, los alumnos de la Escuela de Capacitación, los administrativos, el Consejo Directivo y todos los voluntarios que suman cuando hay que apoyar a los que más nos necesitan".
A la par dijo que llegó contratado por un año y al terminar el mismo llegó de presidente, Mauricio Delfín quien le pidió que se quedara, después lo recontrataron los Presidentes siguientes, Doña Lucero Fanjul, Jorge San Martin, Toño Hazouri, Arturo Buganza y actualmente otra vez Jorge San Martín.
"La Institución cambió mi vida, he tenido el gusto de laborar al lado de grandes hombres y mujeres que quieren inmensamente su Ciudad y lo demuestran trabajando gratuitamente para servir a nuestros hermanos en desgracia" relata.
Agregó que aprendió de los mejores voluntarios de Cruz Roja a amar esta noble Institución, el comandante Calixto López Calderón y recientemente José Palafox, "mi brazo derecho durante muchos años. Todos dicen en sus trabajos -yo le he dado mucho a la empresa o a la Institución para la que laboran-, en mi caso ha sido diferente, la Cruz Roja me ha dado mucho a mí, pues no es fácil convivir todos los días con el dolor humano".
¿Cómo ha sido su preparación dentro de la institición?
Consideró que quienes integran la Delegación se preparan para paliar el dolor de nuestros semejantes. "A mí me ha templado el espíritu, me ha enseñado a apreciar los valores de mis compañeros de servicio, que a veces se separan de sus familias para venir presurosos a atender a quién lo necesita, he aprendido a querer más a mi familia, a mis amigos y dar gracias a Dios por todos los dones que me ha dado".
Expresa que, servir a los demás no es fácil, pues muchas veces se enfrentan a la frustración de no poder rescatar de las garras de la muerte a algún accidentado o algún enfermo, ahí es donde se forja el carácter del personal.
"He vivido una y mil historias de cordobeses a los cuáles los paramedicos han logrado salvar sus vidas. He sido un eslabón más en la cadena de servicio de Cruz Roja Córdoba y agradezco infinitamente el respaldo que los diferentes Consejos Directivos me han brindado para facilitar mi trabajo en beneficio de los demás, espero continuar muchos años más en esta humanitaria labor" dice finalmente.