Mariano Escobedo, Ver.- El cultivo y comercialización de la papa es para los habitantes de Texmola, comunidad que se ubica en la parte alta de este municipio, su única fuente de ingresos.
El mercado de este tubérculo es principalmente la Ciudad de México, donde comercializa la mayoría del producto. Otra parte va a Guadalajara y otro poco se queda en el estado.
En la zona centro hay dos temporadas para este cultivo, una es de mayo a agosto y otra comienza en este mes para la zona de Maltrata, específicamente en la localidad de Magueyes hasta donde baja la gente de la comunidad marianense a sembrar, es decir, acapara todas las tierras.
En Texmola hay alrededor de 30 productores. El que menos siembra tiene cinco hectáreas y el que más siembra tiene 40 o 50; en total son alrededor de 300 hectáreas las que se dedican a ese producto.
Por hectárea, cuando la producción es baja salen mil cajas, pero cuando se da bien salen entre mil 200 y mil 300 cajas por cada una.
Para atender las tierras de cultivo de papa se ocupa toda la gente, pero no es suficiente pues genera alrededor de 400 empleos por temporada.
A la gente que atiende el cultivo le gusta escarbar, desenterrar la papa, dice que le va bien por cosechar, por eso hacen buen trabajo.
De esa producción aquí no se vende nada y si se llega a vender es la de quienes siembran muy poco, por ejemplo, media hectárea.
FUERTE COMPETENCIA
Con la empresa de frituras que se instaló hace años en esta zona, misma que se preveía que adquiriera la producción local nunca se concretó el proyecto.
A decir verdad, no se daría abasto para la cantidad de papa que se produce porque es mucha la cosecha, según dijo Manuel Martínez Santos, productor de papa.
A la Ciudad de México no sólo llega papa de Texmola, sino la que se cultiva en Sinaloa, Perote e incluso del Valle de México, por lo que la competencia es fuerte pues el mercado se atiborra.
Son diferentes los tipos de papa que hay pues han variado con el paso del tiempo.Algunos, ya se perdieron; otras están vigentes.
La que se cultiva mucho en esta zona es la fiana, las ágatas, la CFL y la San José, aunque ésta ya se está perdiendo. La diferencia entre ellas, explicó el productor, es el grado de almidón para freír.
En la Ciudad de México la utilizan mucho para freír y para eso las fianas son muy buenas. Las de Texmola fríen al 60% o 70%, las de tierras más arenosas, más calurosas fríen al 90% o hasta el 100%.
De tal manera que si llegan a ese mercado y no fríen al 100% se pagan barato, entonces hay que tratarlas, ponerles buenos líquidos.
“Actualmente el kilo de papa está entre 10 y 12 pesos, la caja sale entre 200 y 300 pesos, está cara”.
CARECEN DE APOYO
Las heladas son el enemigo natural de estos cultivos pues las bajas temperaturas acaban con ellos y cuando eso sucede, las familias quedan en la indefensión pues carecen de apoyos de alguna dependencia de gobierno para solventar las pérdidas económicas que se generan.
La pérdida es tan severa que gente se llega a enfermar, pues invierten mucho dinero. A cada hectárea destinan entre 50 mil y 70 mil pesos.
Por ello ha habido productores que dejan el campo, aunque el índice es muy bajo, de 10 tal vez uno se va.
El año pasado cayó una helada negra, como le conocen, que acabó con todo, hubo pérdidas millonarias para los productores.
Esta siembra en esa comunidad es sustento para alrededor de 600 familias, que mueven la economía.
Por eso a pesar de todo, la gente sigue batallando porque por parte del gobierno no hay quién los respalde con algún proyecto fuerte, pues los que les ofrecen son pequeños para la cantidad que siembran o que pierden.
Esas tierras, dice Martínez Santos, están benditas porque además se da haba, alberjón, avena, se siembra mucho la zanahoria, col y lechuga; esos productos son un extra pues la siembra por excelencia es la papa.