Considerada como una de las actividades de bajo impacto ambiental más importante en la entidad, la cría de trucha arcoiris en las cuencas del Cofre de Perote y Pico de Orizaba se ha convertido en una alternativa económica para decenas de municipios ubicados en sus faldas.
Y es que, el agua que nace de los manantiales ubicados en ambas montañas se ha aprovechado para construir granjas que dieron a los pobladores una alternativa económica diferente a la tala ilegal de árboles.
De acuerdo con la información del Sistema Producto Trucha del estado de Veracruz, al año en la entidad se producen 648 toneladas, lo que representa ganancias de 61 millones de pesos y la creación de mil 300 empleos directos y 650 indirectos.
Sin embargo, aseguran que hay otros beneficios que no pueden ser contabilizados y son los servicios de protección y cuidado que los productores de trucha realizan al medio ambiente.
Jesús Alcazar Márquez, representante del Sistema Producto Trucha Nacional, reconoció que los productores de truchas en todo el país realizan trabajos de reforestación en las partes altas de las montañas, ya que entendieron que del agua que captan los árboles depende su actividad económica de manera directa.
Explicó que en el caso de estados como Veracruz y Puebla, los trabajos de siembra y cuidado de árboles que realizan los truchicultores rinden más beneficios que muchos de los programas oficiales.
“Entendemos que de esos ríos dependen nuestros trabajos y a su vez, que de los bosques dependen esos ríos”, dijo.
El productor con más de 12 años de experiencia precisó que pese a estas acciones, hay cuencas severamente castigadas por la disminución de agua o la contaminación de las mismas.
En el caso de Veracruz, las cuencas de Actopan y La Antigua son las dos que más están resintiendo el daño ambiental causado por las diversas actividades humanas.
El productor veracruzano detalló que no sólo se trata de actividades ilícitas como la tala, sino que el cambio de uso de suelo en las zonas altas ha provocado que haya un arrastre de lodo que llega directamente a los ríos, provocando a su vez que las truchas mueran debido a la contaminación.
“Sobre todo del lado del Cofre de Perote es el problema porque en el Pico de Orizaba no hay tanto aprovechamiento de este tipo”, dijo.
Gabriela Rodríguez Parissi, gerente del Sistema Producto Trucha del estado de Veracruz, precisó que la trucha arcoiris es un pez que sólo vive en agua limpia y bajo ciertas características, por lo que es fundamental que los ríos y cuencas de la entidad se encuentren en óptimas condiciones.
En ese sentido precisó que los productores de las cuencas han impulsado acciones de reforestación en las montañas, además de que de manera cotidiana realizan acciones de limpieza y cuidado de la parte alta de los ríos.
“La trucha en muchos países es considerado como un parámetro de salud ambiental o de pureza de ríos, si se muere la trucha es que hay contaminación”.
Precisó, además que los desechos que se generan por esta actividad impactan de manera mínima en las cuencas, incluso hay estudios ambientales que confirman que el daño es casi nulo.
Entrevistada en las oficinas del Sistema Producto Trucha, ubicadas en la localidad de Rancho Viejo, en el municipio de Tlalnelhuayocan, Rodríguez Parissi detalló que en los municipios montañosos de Veracruz la cría de truchas es la opción más sustentable de desarrollo, ya que la otra alternativa es la siembra de papa, misma que, además de darles menos ganancias a los productores, ocasiona mayor daño ambiental.
“La papa nos está causando un problema muy fuerte de contaminación en las cuencas por los agroquímicos que se utilizan en la siembra. Ya hemos tenido problemas de mortalidad de peces que parece, no afirmo, ser ocasionado por los productos utilizados en la siembra de papa”, expuso.
Sin embargo, precisó que pese a la importancia de la cría de truchas en Veracruz, este sector tiene amenazas importantes que han provocado la disminución en el número de productores, sobre todo en la región de Xico.
La gerente del Sistema Producto Trucha precisó que el principal problema es la dependencia a la importación de cría de otras regiones del país, lo que además de costoso resulta improductivo, ya que se tiene una pérdida de cerca del 60% de los animales que se ingresan.
Reconoció que aunque el proceso de incubación pudiera ser una opción para detener esta dependencia, la excesiva reglamentación en la materia ha impedido que los truchicultores veracruzanos cuenten con títulos de concesión de agua, requisito principal para la instalación de salas de incubación.
“Traemos la cría de Puebla y al traerla tiene otras condiciones y lo que pasa es que, al llegar a nuestras aguas éstas no se adaptan. No es que nuestras aguas sean peores, pero sí son diferentes y esas condiciones provocan índices de mortandad de más de 60%, lo que se está volviendo incosteable para los productores”, precisó.
Rodríguez Parissi precisó que el incremento en el precio del alimento es otro de los impactos que han tenido los productores, ya que la alimentación constituye el 60% del costo de producción al requerirse de un producto alto en proteínas.
“Además estamos importando el alimento lo que provoca que, al aumentar el dólar Ubicado en la localidad de Xico Viejo, en el municipio de Xico, el rancho El Cielo es el único lugar en la entidad en el que se lleva a cabo la reproducción de truchas locales mediante procesos de inseminación artificial".
De acuerdo con el biólogo Celso Hernández Aponte, propietario del rancho, en esta región se tienen las condiciones necesarias para llevar a cabo el proceso de reproducción asistida mediante el desove de las hembras maduras, sin embargo, no existe la capacitación ni la infraestructura necesaria para hacerlos.
El propietario del rancho El Cielo explicó que para dejar atrás la dependencia de las crías que vienen de otros estados, incluso del extranjero, se requiere recuperar las variedades originales de trucha arcoiris de la región, con el fin de garantizar que éstas puedan ser reproducidas y soporten las condiciones.
Dio a conocer que aunque en este espacio se han realizado decenas de cursos prácticos a productores de toda la entidad, la falta de recursos económicos y de apoyos económicos han evitado que se pueda replicar el modelo exitoso que él ha implementado en la región.
En medio de una intensa bruma se llega al rancho ubicado a escasos minutos de la cabecera municipal de Xico.
Las condiciones de luz y el clima que se ubica en los 14 grados hacen factible la demostración del proceso que se requiere para reproducir la trucha arcoiris. Jacobo, el trabajador del rancho, detecta a una hembra madura y la saca del agua.
En cuestión de segundos identifica la zona correcta y aprieta la panza del animal, de la que salen cientos de huevecillos color amarillo intenso que van directamente a un recipiente de vidrio.
Minutos después toma a un macho del que exprime el semen y lo envía directamente al recipiente. “Ahora tenemos que llevar estos huevos a la incubadora lo antes posible para depositarlos en las tinas de agua y esperar”, precisó Celso Hernández Aponte, presidente de la Unión de Productores de Trucha de la Región de Xico y Coatepec.
Una vez esparcido el semen sobre los huevos se tienen que conservar en completa oscuridad y con agua constante en una incubadora durante 40 días para que las crías de truchas o alevines salgan del huevo.
“Después viene un proceso de 10 días en el que no requiere comer porque trae consigo un saco vitalino que reabsorbe y ya después tienen que enseñarles a comer y pasarlos a un nuevo espacio hasta los dos meses que están listos para venderlos como crías o para la engorda”.
Las crías de truchas reproducidas en el rancho El Cielo son vendidas de dos formas diferentes: la primera, como alevines a los productores de la región cuando tienen apenas 10 centímetros y aproximadamente 15 gramos de peso y, la segunda, es con un peso aproximado de 200 gramos a los restauranteros de la región que las terminan de engordar para su venta al público en platillo.
Veracruz cuenta con un censo aproximado de 250 productores de trucha, de los cuales la mitad se ubica en la región de Acajete, Xico, Coatepec y Tlalnelhuayocan, con una producción estimada de 200 toneladas de pescado al año.
Sin embargo, la producción resulta insuficiente para la demanda de la región, ya que incluso se tienen que traer truchas de Puebla para hacer frente a las necesidades de los restaurantes de la zona.
“Es una región altamente consumidora que le ha dado beneficios a zonas como Rancho Viejo o Xico Viejo que eran lugares en los que no había tanto desarrollo como lo hay ahora que existen varios proyectos”, asegura la gerente del Sistema Producto Trucha del estado de Veracruz.
Ubicado en la localidad de Xico Viejo, “El paraíso de la Trucha” es un restaurante que ofrece truchas arcoiris en más de 10 formas diferentes y que además proporciona a los clientes la posibilidad de pescar su propia trucha, ya que es ahí mismo donde se engordan.
En entrevista, Dulce María Yobal dio a conocer que en la carta cuenta con especialidades como ahumadas, en salsa de mango, en salsa de tamarindo, hawaianas, en chicharrón, enchipotlada, en chile seco, al acuyo, rellenas de queso, a la mexicana, al mojo de ajo, salsa de cacahuate y frita.
Indicó que aunque tienen en la carta otros platillos típicos del municipio, la gran mayoría de las personas que visitan el lugar se inclinan por probar este pescado.
La administradora del lugar explicó que las crías de truchas son traídas desde Orizaba con apenas unos centímetros y depositadas en los estanques para que se engorden en las aguas del río Xico Viejo, que proviene de la cuenca del Cofre de Perote.
Detalló que se requieren de al menos siete meses para que el pez esté listo para ser consumido, sin embargo, entre los dos y tres meses es un periodo riesgoso.
“Entre 10 y 15% va muriendo y en promedio tenemos que comprar entre dos y tres veces al año porque tenemos capacidad de almacenar entre 2 mil y 3 mil truchas”, indicó.
Dio a conocer que en la región existen cerca de 15 criaderos de trucha arcoiris y entre cuatro a cinco restaurantes que las ofrecen preparadas al público en espacios campestres que además permiten a los turistas realizar campamentos, fogatas o convivir a orillas del río.
“Aquí las fechas importantes es en vacaciones de verano e invierno, en Semana Santa y en julio que es la fiesta de Xico”.
Sin embargo, la empresaria consideró que es necesaria mayor publicidad de esta localidad, sobre todo en Xalapa y los municipios aledaños por parte de las autoridades, ya que ellos la opción que tienen es anunciarse a través de las redes sociales.
“Nosotros estamos en Facebook como “El paraíso de la trucha” y estamos encantados a atender a la gente que llegue a visitarnos”, precisó.