Músicos de Xalapa y la región que se dieron cita desde temprana hora para celebrar su día agradeciendo a Santa Cecilia, patrona de esta profesión coincidieron en que la música es más pasión que negocio ya que desde hace más de una década, la situación económica de quienes se dedican a esto se ha agravado. Aunque la gente sigue teniendo preferencia por la música en vivo, los presupuestos de las fiestas son cada vez menores por lo que muchas personas prefieren contratar sonidos o incluso, amenizar ellos mismos sus fiestas, dejando a los músicos sin trabajo.
Mariachis, bandas, solistas y músicos en general arribaron desde las 7 de la mañana y con instrumentos en mano a la Catedral Metropolitana de Xalapa en donde cantaron las mañanitas y agradecieron por un año más de dedicarse a la música.
Ahí reconocieron que además de la crisis económica la inseguridad les ha afectado, sobre todo porque buena parte del trabajo de las agrupaciones implica salir de noche e incluso permanecer en las calles para ser contratados.
MARIACHIS, DESPLAZADOS
Para el músico Héctor Hernández Cruz, la música de mariachi está perdiendo terreno ante géneros como la banda, pop, reguetón e incluso ante “música grosera” que no representan al país como lo hace la música regional.
Explica que hace 10 años, ser músico además de representar un orgullo también significaba ganancias económicas importantes sin embargo, con el paso de los años el dinero escasea quedando solo la pasión por hacer música. Y es que, explica, en una buena noche un músico llega a ganar 300 pesos sin embargo, esas jornadas son cada vez más escasas e incluso, hay días completos en los que no ganan nada. “Por eso pedimos que se nos apoye”, dijo.
Entrevistado a un costado de la Catedral Metropolitana de Xalapa, a donde acudió junto al resto del mariachi Imperial a agradecer a Santa Cecilia los favores otorgados durante este año, Héctor asegura sentirse orgulloso de la música que interpreta pese a que la ciudadanía ya no la valore como antes. “Pero nosotros seguimos impulsando la música y haciéndole ver a la gente lo que luce un evento en el que un mariachi llega a interpretar su música”, explica.
Portando el traje típico, el integrante del mariachi Imperial reconoce que la inseguridad le ha “pegado” a la música y que para ellos, estar en las calles de la ciudad esperando un servicio representa un riesgo importante. “Nuestro gobierno no ha puesto interés en este asunto (el de la inseguridad), cuando viajamos incluso somos extorsionados por los mismos policías o encargados viales”, sentenció.
Por último, el mariachi quien durante el día es maestro, hizo un llamado a los tres niveles de gobierno a impulsar ellos el orgullo de ser mexicanos e incluso pidió la creación de una “plaza Garibaldi” en Xalapa para que los músicos puedan concentrarse en un solo espacios en el que se sientan más seguros.
MUJERES MÚSICAS SON DISCRIMINADAS
Elizabeth Hernández Luna, quien se dedica a la música desde hace 14 años reconoce que se trata de un trabajo bastante complicado y que quienes se dedican a esto lo hacen “por amor al arte”.
Entrevistada tras cantarle a Santa Cecilia, Elizabeth explica que la vocación cultural y universitaria de Xalapa la vuelve una ciudad llena de músicos y por ende, bastante competida. Además, dijo, muchas de las empresas o personas que los contratan se aprovechan de la inexperiencia o la necesidad de algunos músicos para “bajarle” los costos y eso provoca que se vaya devaluando. “En lugar de que vaya subiendo, el tema de los sueldos ha ido bajando (…) cada vez están más difíciles las cosas para los músico”.
Además de la crisis, a las mujeres que se dedican a la música les afecta otro factor importante, el machismo que prevalece en un ambiente que sigue siendo de hombres. La integrante del grupo musical Zero Grados explica que aunque en cuestión salarial no hay desigualdad, si se les impide llegar a ser líderes o encabezar los grupos. “La problemática tiene que ver con la concepción general que tienen de las mujeres que (en los grupos) nos ven solo como la cara bonita, la imagen y que no es necesario el talento”.
Añadió que a diferencia de sus homólogos varones, las mujeres que quieren ingresar a un grupo musical o que se dedican a la música de manera individual tienen que cumplir con ciertos requisitos estéticos. “Sí hay discriminación en esa parte porque si no está bonita, aunque tengan todo el talento no la contratan. Esa es la parte que queremos romper para dar una nueva concepción de las mujeres en este medio”, explica.
