La violencia digital, que incluye desde el acoso y la suplantación de identidad hasta la difusión de contenido sexual sin consentimiento y la extorsión, se ha convertido en una amenaza que afecta principalmente a mujeres y niñas en diversas plataformas en línea.
Estos actos, comúnmente conocidos como “violencia en línea” o “ciberviolencia”, representan una de las manifestaciones más recientes de la violencia de género. De acuerdo con ONU Mujeres, aunque se desarrolla en espacios digitales, debe ser reconocida como una conducta autónoma.
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El anonimato y el alcance global de internet han creado un entorno favorable para la proliferación de esta violencia. La pandemia de Covid-19 exacerbó la situación al aumentar el uso de la tecnología digital, especialmente entre mujeres y niñas. Con la migración de diversas actividades cotidianas a Internet, como el trabajo, la educación y las interacciones sociales, se han incrementado los informes de violencia digital.
Diversos factores contribuyen a que los agresores encuentren en el espacio digital un medio atractivo para cometer estos actos. La velocidad, la facilidad de comunicación, el anonimato, y la falta de medidas preventivas y de denuncia, son elementos que facilitan la violencia digital. Además, la impunidad y la responsabilidad limitada de las plataformas contribuyen a facilitar este tipo de actos.
Panorama de la violencia digital
En el estado de Veracruz, los casos de violencia digital han aumentado significativamente. Según datos del Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim), en 2023, la violencia digital creció un 52 por ciento en comparación con 2022.
Durante 2022 se registraron 38 víctimas en Veracruz, mientras que en 2023 la cifra ascendió a 79 casos.
A nivel nacional, el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) reveló que en 2023, el 20.9 por ciento de las personas de 12 años en adelante que utilizan internet han sido víctimas de ciberacoso, lo que representa a 18.4 millones de personas. De estas, 10.3 millones son mujeres, lo que equivale al 22 por ciento. A pesar de la dimensión del problema, solo un 12.2 por ciento de las víctimas decide denunciar ante las autoridades.
Consecuencias y grupos en riesgo
La violencia digital contra mujeres y niñas no solo causa daños psicológicos, físicos, sexuales y/o económicos, sino que también puede inhibir su participación en la vida pública, con graves repercusiones sociales y económicas.
Además, el acceso de las mujeres a internet se ve afectado, propiciando el desarrollo de tecnologías digitales con sesgos de género.
ONU Mujeres subraya que ciertos grupos de mujeres están en mayor riesgo de sufrir violencia de género en línea. Entre ellos se encuentran mujeres con un perfil público, activistas, defensoras de derechos humanos, miembros de la comunidad LGBTIQ+, mujeres pertenecientes a minorías étnicas, mujeres indígenas, afrodescendientes y mujeres con discapacidad.
¿Qué es la violencia digital?
La violencia digital incluye todas aquellas acciones motivadas por razones de género que son cometidas, instigadas o agravadas por el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Estas acciones pueden causar daño psicológico y emocional, reforzar prejuicios, dañar la reputación, generar pérdidas económicas y crear barreras para la participación en la vida pública. En algunos casos, pueden derivar en formas de violencia sexual y física.
De acuerdo con Impunidad Cero, la violencia digital tiene un impacto devastador en la vida de las víctimas. Este tipo de violencia no debe ser visto simplemente como disputas en línea, sino como un problema serio que puede comprometer la libertad e integridad de quienes la experimentan.
Avances y recursos disponibles
Gracias a los esfuerzos de las impulsoras de la Ley Olimpia, en los últimos cuatro años se ha logrado tipificar la violencia sexual digital en todos los estados del país. Sin embargo, aún es necesario continuar proporcionando recursos y apoyo a las víctimas de violencia digital.
Con este objetivo, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) e Impunidad Cero han desarrollado la “Guía de Defensa contra la Violencia Digital”. Este recurso en línea busca ayudar a las personas a entender y enfrentar la violencia digital, con un enfoque en el ámbito civil más allá del proceso penal.
La guía ofrece conocimientos legales, estrategias de seguridad digital y recursos de apoyo para crear un entorno en línea más seguro y resiliente.
En el sitio web https://violencia.digital, las personas usuarias pueden identificar el tipo de violencia que han experimentado y recibir orientación sobre las acciones a tomar, desde la protección de cuentas hasta el manejo de casos de difusión de contenido sexual sin consentimiento.
Medidas preventivas
La Guía de Defensa contra la Violencia Digital también ofrece recomendaciones para prevenir futuras agresiones. Entre los consejos destacados se encuentran:
- · Uso de contraseñas seguras: Presta especial atención a la seguridad de tus contraseñas en correos electrónicos y redes sociales.
- · Verificación en dos pasos: Activa esta medida para fortalecer la seguridad de tus aplicaciones de mensajería, redes sociales y correos electrónicos.
- · Envío seguro de contenido íntimo: Si decides compartir imágenes de contenido erótico, hazlo de manera voluntaria y consensual a través de aplicaciones seguras.
Enfrentar la violencia digital puede ser una experiencia difícil y abrumadora. La guía recomienda respaldar el contenido dañino y tomar decisiones sobre el manejo del caso sin presiones ni miedo.
La creación de la Guía de Defensa contra la Violencia Digital es un esfuerzo colaborativo entre R3D, que promueve y defiende los derechos humanos en el entorno digital, e Impunidad Cero, organización dedicada a visibilizar la impunidad en México y acercar la justicia a la sociedad.
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Publicado en Diario de Xalapa