Córdoba, Ver.- Una pequeña radio, música antigua, periódico en brazo y un pequeño banco es lo que caracteriza a los boleros de la ciudad de Córdoba, un oficio que está perdiendo importancia.
José Antonio Pacheco Flores, es un bolero con más de 46 años de experiencia, mencionó que él desde los 8 años de edad empezó con el oficio aprendiendo en las calles con el simple hecho de ver a su alrededor como los boleros de aquella época daban grasa a los zapatos de sus clientes.
“Se aprenden muchas cosas y me ha tocado ser bolero desde muy chico”, acotó que lo más difícil de ser bolero es en ocasiones que los clientes no son amables, señalando que los entiende ya que pudieron haber tenido un día malo en casa o en la oficina.
Sin embargo lo más bonito de ser bolero es que pasan cosas buenas, como conocer gente, sus historias de vida y agradecer que confía en él para contarles de su vida personal.
Refirió que siendo bolero, en su juventud el teatro musical llamo su atención a lo que tuvo la oportunidad de ser barítono y realizar 25 presentaciones en la ciudad de Orizaba para beneficio de la Alameda.
En cuestiones económicas mencionó que depende del empeño que se le ponga al trabajo es el resultado económico que saldrá en el día laboral “es una economía tranquila que permite muchas cosas”.
José Antonio tiene familia e hijos a los cuales saco adelante con este oficio.
Para este bolero de 71 años de edad, la personalidad más importante a la que ha lustrado sus zapatos es al campesino, la persona normal que día a día trabaja con sol, lluvia, calor o frio “los políticos hay en todas partes, pero el campesino no por contar con pocos recursos va a andar descuidado, son los que más acuden a mi o a mis compañeros”.
Fue un 1981 cuando por primera vez una mujer se sentó en la silla de José Antonio Pacheco, donde aquella mujer con pena y no tan convencida de realizar una actividad que los hombres acostumbraban tomó valor y con palabras de convencimiento de José Antonio fue la primera mujer a la que lustro sus zapatos de tacón.
Cabe mencionar que los boleros no cuentan con un sindicato, pero tienen una unión que data desde hace 165 años atrás donde los fundar ores dejaron para ellos las oportunidades de trabajo.
Actualmente con 71 años de edad José Antonio Pacheco Flores agradece el tener este oficio que le ha permitido conocer muchas personas y a algunas de ellas llamarlos amigos y compañeros de trabajo.