Córdoba, Ver.- Jessica y Valeria de 29 años 23 años respectivamente, tienen en común más de lo que pueden imaginar. Ambas son sobrevivientes de intento de suicidio.
Hubo ideas que en algún momento de su vida pasó por su mente cuando sintieron que sus problemas eran más grandes que ellas.
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Jessica, tiene actualmente 29 años, pero recuerda que cuando tenía 25 comenzó a tener pensamientos suicidas para tratar de acabar con sus penas emocionales, pues aunque tenía una vida perfecta, no era así.
“Yo tuve pensamientos suicidas desde la infancia, a los 12 años yo ya pensaba en suicidarme, en acabar con mi vida, yo sentía mucho vacío, siempre sentía que algo me faltaba, pero no sabía qué era” relata a El Sol de Córdoba.
Reconoce que aunque sus pensamientos suicidas la habían acompañado gran parte de su vida, no fue sino hasta que cumplió 25 años que estos fueron mayores a pesar de que aparentemente lo tenía todo: familia, casa, auto y un buen trabajo.
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“Llegó un momento en el que yo sentí que mi vida no valía la pena, ya no encuentro la alegría de vivir, no encontraba un motivo para sonrreir y era curioso porque yo estaba en la mejor etapa de mi vida. Quien me conocía no se imaginaba todo lo que yo estaba sintiendo” dice.
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Fue en ese momento donde empezó a analizar varias ideas para acabar con su existencia.
Fueron pensamientos que la atormentaron por días que después se convirtieron en semanas y después meses, sin embargo, uno de esos días encontró al Grupo Movimiento Nueva Voluntad de Neuróticos Anónimos donde le brindaron la ayuda.
Explica que a cuatro años de haber descubierto a este grupo de autoayuda ha logrado controlar esos pensamientos suicidas y a aprendido a disfrutar de las maravillas de la vida, ahora disfruta de su familia y de día a día.
“Me siento muy bien, yo hoy tengo ganas de vivir, me pinto las uñas, me maquillo, salgo al parque, tengo alegría de vivir, tengo un trabajo, estoy viviendo de una forma diferente, no ha sido fácil, pero estoy viviendo mi vida” dice.
Valeria, tiene apenas 23 años, estudia la universidad y hace cuatro años también intentó quitarse la vida cortándose las venas cansada de no encontrarle sentido a su día a día.
Relata que desde chica sufría muchos abusos en su casa que le causaban una frustración, pero no fue sino hasta que cumplió 19 años cuando intentó algo más.
“Yo llegué a lastimarme para no sentir lo que sentía: para no sentir tanta tristeza yo me cortaba porque la sensación que tenía al cortarme me quitaba la tristeza, entonces esa conducta la hice más constante” relata.
¿Cuál es la función del Grupo Movimiento Nueva Voluntad de Neuróticos Anónimos?
Todo cambió un día cuando cansada de toda la frustración decidió intentar acabar con su vida, por lo que su mamá decidió llevarla al Grupo Movimiento Nueva Voluntad de Neuróticos Anónimos donde logró encontrar una salida a todas esas emociones negativas.
A cuatro años de distancia de esos episodios, ambas jóvenes aseguran que siempre hay una salida, por más complicada que esté una situación, solo deben buscar ayuda y aprender a vivir.
