Córdoba, Ver.- El obispo de la Diócesis de Córdoba, monseñor Eduardo Carmona Ortega, hizo un llamado a las autoridades mexicanas para que esclarezcan la agresión de la que fue víctima el padre Marcelo Pérez, de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas y de todo aquel que ha sido privado de la vida en nuestro país.
En entrevista al concluir la homilía dominical en la Catedral de la Inmaculada Concepción, monseñor Carmona Ortega señaló que esta agresión es sin duda una fuente de dolor inimaginable para la Iglesia Católica y para su feligresía.
“La Iglesia católica de México en general está triste por este acontecimiento, está dolida, pero inmediatamente decir que es importante que las autoridades, y lo tenemos que decir, trabajen más por la paz porque igual relevamos más el tema porque es un sacerdote, pero la violencia está desbordada”, dice.
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Al referir que la violencia en México está desbordada, pues no hay día que no se oiga de asesinatos de personas, lo que hace pensar que en nuestro país la vida no vale nada y es una cruda realidad que se vive actualmente.
“Es absurdo que nos esté pasando esto, que la vida de veras no se respete, la vida no valga nada. Tenemos que valorar la vida en todos los niveles, lo decimos en la iglesia, desde la concepción hasta la muerte natural, pasando por la paz y la justicia”, dice.
Y reitera el llamado a las autoridades encargadas de impartir justicia para que se apliquen y esclarezcan no solo este, sino todos los casos donde se ha privado de la vida a una persona, aunque parece que están sobrepasadas.
“Podemos decir que como país estamos sobrepasados, estamos rebasados porque la verdad ya no sé qué se puede hacer porque parece ser que ellos no están pudiendo o no quieren, ya llevamos con esto décadas, solo pedimos justicia porque era un hombre bueno que ayudaba mucho a su gente”, sostiene.
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Octubre mes de las misiones
En otro orden de ideas, el prelado señala que octubre es el mes de las misiones, por lo que pide orar por las misiones que tienen el papel fundamental de atender aquellos lugares más alejados del evangelio, llevándoles la palabra del señor hasta esas zonas.
Asimismo señala que existe mucho interés de jóvenes por ser misioneros, solo falta impulsarlos para que continúen en su camino de servir a Dios.