Xalapa, Ver.- La infancia de Xavier Arcos transcurrió entre telas y bocetos y desde pequeño tuvo claro que su vocación era el Diseño de modas, hoy, el diseñador veracruzano tiene en puerta una nueva colección, ha aparecido en revistas internacionales y sus diseños han sido usados por actrices y conductoras de televisión.
Con prendas maximalistas y atrevidas, el joven no tiene miedo a mostrar quién es y su ropa es muestra de ello. Y aunque su primera colección “Catarsis” lo ubicó en el mapa del diseño mexicano, fue con “Bélica” que las oportunidades llegaron con más fuerza. “Yo soy una persona como normal, pero mi ropa, pues está cargada de cosas y busca contar la historia no sólo mía sino de quien la usa”, asegura.
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Prejuicios se interpusieron en su formación
Xavier Arcos Sánchez nació en Altotonga, municipio en el que se han establecido fábricas de ropa y maquiladoras. Con su padre y madre trabajando en este negocio, la ropa y la costura se volvieron parte de su día a día.
Unos años después, uno de sus tíos comienza a desarrollar en él el gusto por el dibujo y esta herramienta permite que los bocetos que hasta ese momento estaban en su cabeza vieran la luz. “Me gustaba mucho dibujar la ropa y siempre me preguntaba mi mamá para qué eran tantos bocetos y yo me pasaba horas contándole mis historias (…) siempre me gustó y esa vocación estuvo toda mi vida presente”, cuenta.
Sin embargo, aunque la vocación del diseño siempre estuvo ahí, el miedo a los prejuicios que hay en torno a esta profesión hicieron que Xavier se viera orillado a buscar una carrera “más aceptada” y comenzara a estudiar Contaduría.
Tras un año de formación en la carrera equivocada y con el apoyo de su familia es que decide dejar atrás los números y formarse de lleno en el diseño, una carrera que no era bien vista para los hombres en su momento. “Recuerdo que cuando busqué una carrera yo no tenía la seguridad de decir “Quiero ser diseñador” (…) y ahora que lo pienso no sé por que tenía yo miedo si mis papás siempre me han dado el respaldo para ser como quiera y lo que quiera”.
Para el diseñador altotonguense, el flechazo con su ahora profesión se dio desde el día en que recibió el plan de estudios de la carrera. Desde sus primeros meses de formación buscó también relacionarse con diseñadores y participar de eventos relacionados con la moda. “Esta es una profesión en la que vives al día, tienes que trabajar todos los días, leyendo sobre tendencias, creando y proponiendo algo nuevo porque lo que está de moda hoy, ya no está de moda”, explica.
Catarsis fue el inicio, Bélica el trampolín
Aunque se describe como una “persona normal”, las prendas de Arcos son maximalistas y cargadas de cosas. “Si una chamarra lleva cuatro botones yo le pongo 40 y aparte me encanta jugar con transparencias y otros elementos”, dijo.
“Catarsis”, su primera colección como diseñador representó para Arcos Sánchez el proceso de liberación y aceptación de su adultez, de su carrera y de su sexualidad. En poco tiempo comenzaron las colaboraciones con fotógrafos locales y personas que fueron a ver la colección. “La verdad es que me fue increíble, no sé si mejor de lo que pensaba porque no tenía yo un punto al que quería llegar, pero si me sorprendió bastante”.
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Con Bélica, la segunda colección de su carrera, llegaron las propuestas nacionales e internacionales. Se trata, asegura, de piezas inspiradas en los cuerpos de infantería que tienen como declaración el “luchar” por lo que quieres.
Esta colección llamó la atención de los encargados de un programa de televisión que buscaron sus piezas para vestir a una conductora. Aunque este fue su primer acercamiento, con el paso del tiempo comenzaron a surgir otros escenarios en donde lucir su ropa y las ventas se dispararon.
El diseñador reconoce que la aceptación de sus prendas comenzó a darse en otros estados ya que Xalapa se mantuvo más conservadora, no obstante, el reconocimiento ya llegó a la capital en donde tiene un estudio en el que vende no sólo las piezas de sus colecciones sino también de prendas hechas a la medida. “Me pueden encontrar en mi estudio en Maestros Veracruzanos en donde hay algunas restricciones por el tema de la pandemia, pero también a través de las redes sociales y en mi página de internet”, explica.
Ropa sin género
Aunque de manera inicial las prendas de Xavier Arcos eran pensadas para mujeres, en el transcurso de su carrera comenzó a recibir comentarios positivos de hombres quienes pedían que las prendas se hicieran también para ellos. “Y no pedían que fueran diferentes, sino que se hicieran en sus tallas. Se hizo y empezaron a comprar la ropa los chicos y fue muy especial para mi ver que se la ponían tal cual, que no le cambiaban nada”.
Fue así como se dio cuenta que la moda ha dejado de tener género y que la ropa se ha convertido en una herramienta para que las personas se sientan bellas y únicas. Y es que, asegura que cada vez son más los hombres que se atreven a usar prendas que salen de lo común y esto habla de la aceptación que se tiene y la apertura de la sociedad.
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"Un secreto a voces"
Xalapa, Ver.- A pesar de que el puerto de Veracruz es una ciudad más cálida y abierta en comparación con Xalapa y que tiene una reconocida comunidad LGBT+, sus actividades se dan en la secrecía, “es un secreto a voces”, pues así como existe esta comunidad existe la discriminación, en Xalapa por el contrario, la presencia de nuevas generaciones permite que la comunidad sea más aceptada, consideró Ángel de Jesús Guzmán Fernández, quien está a punto de egresar de la carrera de Lengua y Literatura en la Universidad Veracruzana.
Las exposiciones, los ensayos de teatro y música abiertos al público, le dan a los habitantes de Xalapa un estilo de vida muy novedoso, lo que en el puerto no ocurre, consideró Ángel de Jesús, quien nació en la ciudad de Veracruz pero desea fincar su residencia en la capital donde ha pasado los últimos años de su vida estudiando Lingüística, lo que le hace muy feliz porque cuando era adolescente tenía diálogos consigo mismo en los que se preguntaba cómo funcionaba o se estructuraba tal o cual frase.
En comparación con el puerto de Veracruz, Xalapa registra una gran actividad cultural, sus museos, los conciertos que ofrecen diversas orquestas y en el ámbito universitario, la Facultad de Artes tiene mucha presencia con todas sus actividades, por lo cual su deseo es regresar a vivir a Xalapa, que al ser una ciudad con muchos jóvenes y una amplia población estudiantil “apacigua las aguas”.
En la capital del estado no ha recibido discriminación, aunque una vez cuando caminaba de la mano con su pareja, un taxista les gritó una palabrota, aún así “una vez es mucho mejor de lo que uno esperaría”, indicó.
Aunque Ángel no tuvo la oportunidad en su adolescencia de ser quien es, no experimentó la discriminación en el puerto, sin embargo el testimonio de otras personas se lo confirman, pues así como existe la comunidad LGBT existe también la discriminación.
En el último semestre de la carrera de Lengua y Literatura de la Universidad Veracruzana, Ángel desea recibirse con una investigación de gramática. Actualmente trabaja como becario en la revista virtual del Instituto de Investigaciones en Educación, lo que le hace inclinarse hacia el trabajo editorial a su egreso, además de que le gustaría realizar una maestría en Lingüística. Otra de sus opciones es hacer una maestría en enseñanza del español como lengua extranjera, que tiene mucho campo de trabajo en otros países.
En su opinión, el trabajo en línea es un acierto muy grande, ya que le permite hacerlo a distancia, además en su trabajo en la revista pone en práctica lo que estudió porque la carrera se presta mucho para ese tipo de modalidad ya que las tareas son leer y el trabajo es muy similar, lo difícil en pandemia no ha sido la modalidad sino que estar encerrado tanto tiempo no es tan agradable, compartió.
En la carrera no les enseñan a escribir, aunque estudiar literatura les enseña las bases, además en 2019 participó en un curso que la Fundación de las Letras Mexicanas hace en conjunto con la Facultad, donde juntan a varios jóvenes de la República para ver sus propuestas, orientarles y enseñarles.
La escritura, dijo, le funciona mucho como un hobby porque es difícil mantenerse de ésta, pues para desarrollarla se debe contar con un capital cultural que no mucha gente tiene, además porque para dedicarse a ésta se requiere tener la economía y el tiempo. Si bien no descarta desarrollar la escritura creativa, ésta no representa una opción como campo de trabajo.
De Xalapa le gusta mucho el clima, aunque sus habitantes son más secos, pues los porteños son más sociables, sin embargo la carrera le invita mucho a la individualidad, porque las tareas que son leer novelas, invitan a hacerlo en solitario, encerrado. Asimismo gracias a la presencia de nuevas generaciones la comunidad LGBT+ es más aceptada, concluyó.
Con información de Celia Gayosso | Diario de Xalapa