Por más de doce años Eduardo Medina Castillo ha sido activista de la comunidad LGBTQ+, sector que, asegura, a pesar de la lucha constante sigue siendo estigmatizado.
Su lucha por lograr la igualdad de derechos para todos y todas comenzó cuando se percató que, además de la desinformación, muchos integrantes de su comunidad requerían apoyo en diferentes sectores y tenían las puertas cerradas.
La primera vez que representó la bandera multicolor fue en el 2013, cuando fue rey de una agrupación en la marcha del orgullo realizada en Xalapa.
Desde ese momento inició su labor social en el Colectivo Redes Sociales, donde por cuatro años luchó por el reconocimiento de los integrantes de la comunidad.
“Empezamos con lo básico que fueron cursos en escuelas, foros, reuniones para presentar información sobre la comunidad, el matrimonio igualitario, el VIH, nuestra labor fue acercar toda la información y ayuda posible, en ese entonces la lucha era mayor porque el reconocimiento hacia la comunidad era poco”, dijo.
Al concluir su labor en dicho colectivo, en el 2018 se convirtió en vicepresidente del colectivo Orgullo Veracruzano, mismo que pertenece a la coalición estatal veracruzana.
Desde dicho colectivo ha buscado el reconocimiento y apoyo no sólo para los integrantes de la comunidad, sino para diversos sectores, ya que lleva a cabo la entrega, por ejemplo, de cobijas, ropa y juguetes a personas con escasos recursos.
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Al respecto, asevera que en las instituciones siguen existiendo “trabas” para lograr recursos en favor de la comunidad.
“El activista sabe que los recursos siempre serán insuficientes y deberá poner de su bolsa para lograr apoyar a quienes lo requiere, es una labor ardua, pero siempre se pueden obtener resultados”, expuso.
CASO KARINA
Una de las labores del colectivo que mayor eco tuvo en medios de comunicación locales y nacionales fue la manifestación y solicitud pública que, con el apoyo de integrantes de la comunidad, se hizo para que la Fiscalía General del Estado les entregara el cuerpo de Karina, una mujer trans que falleció en su domicilio en Xalapa y que no tenía familiares que lo reclamaran.
Este hecho sucedió en enero del año en curso y para Eduardo fue un logro, ya que las autoridades aprobaron la petición que se hizo, reconociendo que la “familia no necesariamente debe tener lazos de sangre”.
“Ese día nos vieron, hicimos eco, logramos que las autoridades nos escucharan, demostramos que somos unidos y unidas, que juntos estamos luchando porque nuestros derechos sean respetados”, comenta.
Sin embargo, reconoce que falta mucho camino por recorrer, dado que en muchas dependencias sigue existiendo el rechazo hacia quienes representan la bandera multicolor.
“Ese día ganamos, pero no debía ser de esa manera, tuvimos que imponernos, que exigir para que nos hicieran caso, la atención fue rápida y solucionaron correctamente, pero es momento de que se nos reconozca y que no se nos preste atención sólo cuando alguien muere o alguien debe perder la vida para que las autoridades nos respeten”, expresa.
HACER VISIBLE LA LUCHA
En materia legal el colectivo que representa Eduardo también ha buscado incidir, sobre todo cuando se trata de reformar leyes o buscar el reconocimiento de sus derechos.
Sobre ello, destaca que Veracruz es uno de los estados que no cuenta con la ley de matrimonio igualitario ni con la ley de conversión, ya que la mayoría de veces los legisladores “se echan para atrás” al momento de apoyarlos.
“Es un punto bien cansado y tedioso, van varios años luchando porque se llegue al Pleno y se vote, los diputados dicen que sí, pero al momento de hacerlo o no pasa la iniciativa o se arrepienten, lo más cerca que estuvimos de ello fue con Mónica Robles, ese día alrededor de 70 activistas de todo el estado llegamos al Congreso sólo para escuchar que no contaba con el apoyo de los diputados y diputadas”, comenta.
Desde su perspectiva, los políticos sienten temor de ser relacionados con la comunidad porque todavía persiste un estigma hacia este tema.
“Cuando es la época de elecciones muchas personas quieren el voto, a la fecha, nos deben muchas cosas que no nos cumplieron. Nosotros lo único que pedimos son leyes, no estamos exigiendo algo que no nos corresponda, simplemente que se actualicen a las necesidades de los seres humanos, pagamos para tener esos derechos, pero nos son negados”, manifiesta.
Aunque es Licenciado en Gastronomía, desde hace diez años se dedica a la administración y operatividad de antros LGTBQ+ ubicados en la capital veracruzana.
La vida nocturna le ha dado la oportunidad de desarrollo laboral, personal y del activismo, pues a partir de ello consigue apoyos de diferentes tipos para los y las integrantes de la comunidad.
Desde hace cinco años abrió las puertas para los shows de las Drag Queens y desde entonces los frutos cosechados son amplios, pues este tipo de espectáculo no sólo se presenta en los antros, sino en foros culturales y creativos.
Además, él ha brindado la oportunidad a las Dragas de talla local, nacional e internacional para que presenten su show en diferentes espacios.
“Se nos abrieron las puertas, ahora tenemos el Foro Oculto, que es un espacio cultural, el café Clara Luna, así como teatros y diferentes foros, estamos ganando terreno y tratando de eliminar todos los tabúes, así como actos de discriminación”, señala.
Reconoce que falta labor por hacer, sobre todo porque este sector de la población es buscado por algunos únicamente cuando se trata de época electoral.
“Ya no es al cien por ciento la homofobia, pero siguen considerando que la comunidad es un sector estigmatizado, persiste la exclusión y lo que todo activista busca es inclusión, tenemos pocos espacios en instancias gubernamentales para chicas trans, no existe un sí sin prejuicio, es por ello que los foros y los espacios abiertos para presentar los shows se convierten en una plataforma para demostrar nuestro poder, crecimiento y el valor que como seres humanos tenemos y que, por tanto, debemos ser respetados”, agrega.
TRABAS
Indica que en las instituciones siguen existiendo “trabas” para lograr recursos en favor de la comunidad.
Nosotros lo único que pedimos son leyes, no estamos exigiendo algo que no nos correspondaNota publicada en Diario de Xalapa