Córdoba, Ver.- Ejidatarios de Agustín Millán señalaron estar inconformes porque la Secretaría de Medio Ambiente dio permisos para explotar canteras en Rancho San Matias que colinda con la congregación Palma y Montero, situación que consideran afecta el entorno ecológico aún cuando la autoridad no lo ve porque no viven ahí, según señalaron.
Agentes y subagentes municipales han estado solicitando apoyo para frenar lo que consideran un ecocidio, pero no los atienden y al contrario siguen dando permisos señaló Maribel Cortés y Valentín Hernández, agentes municipales en A. Millan.
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En años pasados han realizado protestas, juntas ejidales y toma de caminos, pero las autoridades no les han hecho caso tras indicar que los permisos son de carácter federal, es decir no puede intervenir del municipio, según explicaron.
Las quejas de los vecinos de A. Millán y colonias aledañas es que usan explosivos y hay temor de que algo pase en la población, además de que hay deforestación en los cerros de esa zona y a un cuando las empresas con permisos se explotación están obligadas a realizar acciones en beneficio del medio ambiente, no lo hacen.
También indican que la fauna del lugar está muriendo y otros huyendo del ruido pues su hábitat está siendo destruido y reiteran que nadie pone orden al señalar que es competencia federal.
Los ejidatarios señalaron que el marco legal y normativo relacionado con la explotación de canteras es un tema federal pues existe una legislación que regula la actividad minera, pero la implementación y el cumplimiento son a menudo inadecuados, pues se usan explosivos que espantan a la fauna, pero hay otras afectaciones por lo que solo piden que legisle para proteger sus derechos y al medio ambiente.
Los comuneros reconocen que la explotación de canteras es una actividad económica que debería generar beneficios, pero existe preocupación acerca de los impactos ambientales negativos que esta industria puede provocar. A medida que las canteras se expanden, se hacen más evidentes las consecuencias no solo para el entorno natural, sino también para la calidad de vida de los habitantes.
Ellos han contabilizado que en esa zona operan unas cinco empresas originarias del estado de Puebla que han comprado predios para explotar las canteras, lo que preocupa es el daño ambiental y que no hay una remediación.
Agregaron en entrevista que la explotación de canteras ha alterado su vida diaria. Mencionan preocupaciones sobre la salud y el bienestar, citando el aumento de enfermedades respiratorias debido al polvo generado. Otros resaltan que los ruidos constantes de las operaciones afectan su tranquilidad. La comunidad ha comenzado a unirse para plantear sus inquietudes a las autoridades competentes y quizá haya manifestaciones para tratar de frenar este conflicto.