El cacao es una alternativa para paliar el cambio climático —si crece a la sombra en sistemas diversificados—, promover la biodiversidad y para la economía de los pequeños productores del campo, puesto que la mayoría vive en la miseria. Sin embargo, a decir de Nisao Ogata, doctor en Ciencias en botánica por la Universidad de California, Riverside, en Veracruz se está sembrando apenas en algunas regiones como la zona de San Rafael, la sierra de Zongolica y recientemente se está iniciando en Santiago Sochiapan y Pajapan.
De los 5 millones de campesinos que lo cultivan en el mundo, cerca del 90% “vive en la miseria”; sin embargo, la producción de cacao a nivel mundial produce más de 120 mil millones de dólares al año, de acuerdo con datos oficiales.
Lo anterior, dado que la cadena de producción de cacao al chocolate está fragmentada, lo que significa que quienes producen las semillas de cacao en el campo no saben adónde va a parar y quienes obtienen las mayores ganancias como las chocolateras de lujos que están en sitios como Polanco o Santa Fe, en Ciudad de México, tampoco saben, en la mayoría de los casos, de dónde vienen las semillas ni las condiciones en las que viven quienes las producen.
Para Nisao Ogata, lo que se requiere en primera instancia es apoyar a los pequeños productores, pero sobre todo a que puedan tener una remuneración más adecuada de sus productos. Actualmente a los campesinos más pobres se les paga a 17 pesos el kilogramo de la semilla de cacao en fresco, pero si la secan y lavan pueden conseguir entre 40 y 60 pesos el kilo.
“Pero si se le da un tratamiento adecuado al cacao, que implica una correcta fermentación y un correcto secado y se escogen variedades especiales y no se revuelven, entonces se pueden conseguir hasta 180 pesos por kilo”, dijo.
Lo primero que se necesita para ello, refirió, es que cambien las políticas para desarrollar el campo, lo que significa que se tiene que apoyar a los campesinos para tratar de que cambien los monocultivos como la caña de azúcar, que es altamente depredadora porque se tienen que aplicar altas cantidades de fertilizantes y plaguicidas, a los cultivos diversificados.
“Y se mete al campesino a una cadena donde sigue fregado, entonces se tiene que cambiar esa práctica de monocultivos por los cultivos diversificados como el cacao, que tiene la ventaja de que es un sistema que fue inventado por los indígenas de Mesoamérica desde antes que llegaran los españoles y es un cultivo que para empezar crece a la sombra de los árboles de mayor tamaño y por tanto permite que en el mismo se puedan cosechar diferentes tipos de productos como árboles frutales, semillas, condimentos, maderas preciosas para la construcción, plantas medicinales”, detalló.
Con la pandemia, el campo también debe cambiar
Así, consideró que a partir de la pandemia muchas situaciones ya cambiaron y ahora se tienen que modificar las formas en que se venía produciendo el campo.
Lo que primero que debería lograrse, señaló, es apoyar a los campesinos para que produzcan su propio alimento, dado que así no tendrían necesidad de salir a la ciudad ni estar yendo a los hospitales por desnutrición o comer mal.
El doctor en ciencias opinó que con el programa federal “Sembrando Vida” se tiene la oportunidad de detonar nuevas formas de producir en el campo, para lo que se requiere del esfuerzo no solo del gobierno sino de la gente que recibe el beneficio. “Lo que requerimos como una emergencia nacional es apoyar al campesino para que sea autosuficiente, si es autosuficiente entonces va a poder producir excedentes de comida y esto se va a ir a la ciudad. Esto no lo estoy inventando, fue lo que hizo Corea”, ejemplificó.
A nivel nacional México tiene un déficit de por lo menos 60 mil toneladas de cacao solo para abastecer la industria y quien ha estado surtiendo al mundo es África.
Remarcó que si el cacao se cultiva bajo estrictas normas, considerando que esto debe ser a la sombra, se tendría una gran oportunidad; sin embargo, a su decir, la gente quiere solamente ganar dinero a cualquier precio, lo que perjudica a todos.
“Lo que se podría hacer en México es cultivar el cacao como se cultivaba desde épocas prehispánicas, que la gente lo sabe; es decir, cultivarlos a sombra dentro de un sistema diversificado, entonces si se cultiva bajo esas características, en lugar de vender cantidad se va a vender calidad porque los cacaos cultivados a sombra ofrecen un mucho mejor sabor al chocolate que los cacaos cultivados a sol”, dijo.
Día Mundial del Cacao
Aunque hay un día Mundial del Cacao que se conmemora el 7 de julio, sostuvo que éste debería ser todos los días y conmemorarlo apoyando a los campesinos. “El mensaje básicamente podría ser que el cacao es una alternativa para paliar con el cambio climático, promover la biodiversidad y como una alternativa a la economía de los pequeños productores del campo”, apuntó.
Aún más, con ello, se puede impulsar el gusto por el chocolate, pero no el que venden las grandes empresas, sino lo que es en realidad y es que, reveló, una barra de chocolate comercial tiene apenas un 10% de contenido de cacao.
“Las empresas que venden grandes cantidades de derivados del chocolate le han hecho creer a la gente que el chocolate es un dulce, es una confitería y que el chocolate engorda y eso no es cierto, lo que engorda son las grandes cantidades de azúcar y leche con que mezclan el cacao. Una barra de chocolate que contenga alrededor del 70% de cacao si se come un pedacito por las noches ayuda a bajar la presión arterial de los seres humanos", indicó el especialista.
Nisao Ogata agregó que además lo que pocos saben es "el chocolate sabe a otra cosa de lo que dicen las empresas, entonces el día del cacao podría ser un motivo para promover el verdadero sabor del chocolate y no confundirlo con la confitería ni los dulces, eso es un engaño”.