Si se quiere que el Programa Nacional Hídrico, presentado este jueves por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, sea eficiente, se requiere dar reconocimiento legal a los comités y sistemas comunitarios que han permitido a poblados pequeños organizarse para tener autonomía en el uso del agua, señala Gerardo Alatorre Frenk, ambientalista y académico del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana.
En entrevista, remarca que en la actualidad los sistemas comunitarios de agua carecen de personalidad jurídica, no tienen acceso a concesiones o asignaciones de agua, están marginados de la ley, porque la Ley de Aguas Nacionales, sigue teniendo ese sesgo.
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“En mi opinión el Plan Nacional Hídrico no cambia esa mirada, porque se les olvida a los legisladores y legisladoras, que muchas comunidades no tienen sistemas a cargo de sus municipios y se han tenido que organizar independientemente para tener agua”.
Indica que hay decenas de miles de comunidades que se abastecen gracias a los sistemas comunitarios de agua y, sin embargo, no aparecen en la ley.
Plan Nacional Hídrico de Claudia Sheinbaum Pardo, ¿en qué consiste?
El Plan Nacional Hídrico 2024-2030 detalla una serie de acciones encaminadas a un objetivo general: hacer del agua un derecho para las y los mexicanos. Al respecto, Alatorre Frenk destacó que en el caso de Xalapa, para resolver la problemática de la falta se debe recordar que el “agua no es el agua, es bosque y cuenca”, lo que significa que cuidar el agua implica cuidarte el Cofre de Perote, pero protegerlo realmente.
Lo que conlleva asegurar que las zonas altas de las cuencas sean resguardadas para asegurar una infiltración adecuada
Otro punto vital para Xalapa y la región, dijo, es regular la siembra de papa, porque este cultivo en las faldas del Cofre de Perote implica el uso intensivo de agroquímicos que están contaminando los mantos freáticos. “Entonces, urge el control de los agroquímicos sería quizá una segunda prioridad. Aunque es difícil priorizar, la verdad, lo que se requiere para asegurar el agua”.
Xalapa, un caso triste
El académico del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana destacó que el caso de Xalapa “es para reírse o para llorar”, en el sentido de que la ciudad cuenta con muchísima agua e incluso tiene ríos atravesándola, “pero los hemos convertido en caños”.
Revertir eso será casi imposible, porque de hecho, se necesita cuidarlos para que no se contaminen, significa evitar que los drenajes no desemboquen en los afluentes, cuando resulta que lo más grave es que la propia Comisión Municipal de Agua y Saneamiento descarga aguas negras en estos ríos que cruzan la ciudad.
Asimismo, expone que se requiere es demandar a la CMAS que trabaje en evitar fugas. “Ahora se pierden en fugas de la red de distribución, según algunas estimaciones, 40% del agua que llega a Xalapa. Y según otras estimaciones es más de esa cifra”.
El caso es que el porcentaje de pérdida de agua es altísimo. “Así que en vez de invertir en obras y traer agua de lejos y pozos, acueductos e infraestructura para conducir agua, lo que se necesita es renovar la red de distribución, que tiene un costo alto, pero ese costo habría que balancear con lo que quieren invertir en traer agua de lejos, hay que pensar a corto plazo en invertirle para evitar esas fugas. ¿De qué sirve traer más agua para que se pierda en fugas?”.
Precisa que es cierto es que resultará caro renovar la red de distribución de agua, pero habría que buscar formas que conlleven el menor costo posible, porque igual el costo ambiental es costoso.
En conclusión, apunta, que resolver el tema del abasto de agua no es fácil, dado que implica resolver infinidad de puntos: conservar los bosques, y tener un uso eficiente en la agricultura, entre otros muchos temas.
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Publicado en Diario de Xalapa
