Orizaba, Ver.- Con el propósito de generar conciencia entre los motociclistas de lo importante que es no combinar el alcohol con la motocicleta para evitar accidentes, Valeria Tepole De Jesús, biker desde hace 12 años y capacitadora vial, trabaja un proyecto denominado "La vida en dos ruedas".
Mencionó que desarrollar su habilidad en un ambiente en el que predominaba hasta hace algún tiempo la presencia de varones, le ha permitido conocer los riesgos a los que se exponen al conducir un vehículo como la motocicleta, pues la persona que la tripula se convierte en la carrocería, es decir, no hay nada que la proteja en caso de sufrir un accidente.
- Te puede interesar: Urgente promover cultura vial entre ciclistas: BiciOri Paz y Bien A. C.
Remarcó que para un motociclista es indispensable no solo conocer el reglamento de Tránsito y Vialidad, sino respetarlo para evitar ser parte de las estadísticas fatales por no hacerlo.
Destacó que los descuidos y el desconocimiento del significado de la señalética vial está ocasionando que las empresas registren una elevada reincidencia en las incapacidades, “porque el trabajador usa la motocicleta, pero no supo dar una vuelta y tuvo un accidente; eso afecta su actividad laboral y a la empresa en la que se desempeña”.
Tepole De Jesús enfatizó que al manejar una motocicleta deben hacerlo con responsabilidad, por su bien y por el de los demás, pues no solo está en riesgo la vida de quien tripula el vehículo sino también la de los peatones y la de quienes conducen otro tipo de vehículo, porque un accidente cambia la vida de todos.
¿Cuáles son las recomendaciones?
Además del conocimiento que deben tener sobre las normas que deben respetar, dijo que deben tomar conciencia de que la moto necesita mantenimiento constante, que es básico para que esté en buenas condiciones; así como utilizar el casco adecuado.
Éste, dijo, no debe faltar a ningún motorista, ya que puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte; por eso es importante que sea el indicado, no el que utilizan los ciclistas ni tampoco el que utilizan los obreros, ya sea que circulen en zonas urbanas o en carretera, pues el riesgo que corren es igual.
“No queremos que ningún compañero muera por no tomar en cuenta lo que marca el reglamento ni las recomendaciones que les hacemos”, concluyó.
Nota publicada en El Sol de Orizaba