Soledad de Doblado, Ver.- Bajo la sombra de un árbol de nacaxtle, Rafael se pasa hasta cinco horas al día esperando que su celular agarre señal para poder enviar las tareas a sus maestros.
Estudiante del segundo semestre de bachillerato, Rafael Moreno García vive en la localidad Teteles, perteneciente al municipio de Soledad de Doblado, donde la señal de internet es de muy baja calidad, en ocasiones ni siquiera llega y tiene que pedirle a sus papás que lo lleven a la cabecera municipal para poder cumplir con los trabajos solicitados.
Desde el inicio de las clases en línea el pasado 20 de abril Rafa, como le llaman de cariño, ha convertido la sombra del árbol en su segundo hogar, pues pasa varias horas ahí sentado, a veces por la mañana y otras por la tarde.
Narró que incluso en un día llega a dar varias vueltas de su casa al árbol para revisar si ya llegó la señal, afortunadamente vive a menos de 300 metros de donde se ubica el árbol.
“Las clases en línea son un poco complicadas porque requieren internet y aquí no hay suficiente red o no abastece para mandar los trabajos, es cuestión de suerte si te agarra la señal ya la hiciste y si no pues hay que esperar; no sé de qué depende, en ocasiones hay señal en la mañana y otras por la tarde, pero por lo regular en la mañana hago la tarea en mi casa y por la tarde vengo aquí y puedo estar media hora o hasta cuatro o cinco horas sentado esperando, a veces tengo que regresar porque no agarra la señal”, dijo Moreno García .
El estudiante indicó que durante el día realiza sus tareas en casa y cuando ya tiene todo listo; las fotografía como testigos, se dirige al árbol para enviar todos sus trabajos por medio de la plataforma Classroom o por mensajes de WhatsApp.
“Tomo las fotos en mi celular y cuando me vengo para acá ya tengo todo y lo voy enviando archivo por archivo, debo adjuntar y esperar hasta que termino y regreso a mi casa”, agregó el joven.
Comentó que al principio de las clases fue difícil adaptarse y algunos días sus papás lo llevaron a la cabecera municipal para hacer los envíos, incluso se atrasó con algunos trabajos, pero los maestros entendieron muy bien su situación y le permitieron regularizarse.
Rafael, de 16 años, se considera un buen alumno que siempre entrega calificación de 9 y 10, por lo que pese a las complicaciones a las que se enfrenta ha tratado de cumplir con todos los trabajos.
Pero la situación no sólo afecta a Rafael: el árbol de nacaxtle es el punto de reunión de los pobladores de esa localidad, pues es el único lugar donde llega la señal de internet y desde ahí mandan mensajes o hacen llamadas para estar en contacto con la familia y amigos durante la contingencia por el Covid-19.