Xalapa, Ver.-La doctora en Ciencias Fisiológicas María Elena Hernández Aguilar lamenta la reducción en becas y recursos destinados a investigaciones científicas en México, sin embargo, expresa que eso no debe ser un freno para seguir trabajando e insistiendo en la importancia que tiene esta labor, con beneficios para la sociedad.
Y es que la investigadora de la Universidad Veracruzana (UV) forma parte del grupo de científicos destacados que realizan experimentos y estudios sobre las bases neurales del cáncer de próstata.
Cáncer
Cobran particular relevancia sus estudios sobre el comportamiento de la hormona prolactina en los hombres y su participación en el cáncer de próstata porque, de acuerdo con el último informe del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), presentado en noviembre de 2020, este cáncer ya es un problema de salud pública por la cantidad de pacientes que lo padece y los recursos que demanda para tratarlo.
En México ocupa el primer lugar de cáncer en el hombre y es la primera causa de mortalidad. El servicio de Radioterapia del Hospital de Oncología del CMN Siglo XXI, que es de concentración nacional, reveló que otorga entre 16 mil y 20 mil consultas anuales y de esa cifra, el 30 por ciento son por cáncer de próstata.
Investigación
¿Pero cuál es la línea de investigación de María Elena Hernández? La xalapeña de 56 años de edad, coordinadora del Doctorado en Investigaciones Cerebrales de la UV, comparte en entrevista que si bien ya hay avances sobre cómo actúa la testosterona en el cáncer de próstata, así como medicamentos, no sucede lo mismo con la hormona prolactina.
Explica que lo que han encontrado es que la prolactina puede trabajar junto con la testosterona para acelerar enfermedades en la glándula, pero también, por ella misma, las puede inducir.
Por otra parte, detalló que una de las consecuencias que tiene la alteración del sistema nervioso — hipogástrico y pélvico, los dos nervios que enervan la próstata— es la aparición de enfermedades, más rápido que cuando se altera la función del sistema hormonal.
Curiosidad por la Vida
Apasionada de lo que hace, María Elena Hernández ha desarrollado un trabajo en laboratorio cuyos resultados han sido publicados en distintas revistas nacionales e internacionales.
La labor de la xalapeña se ha complementado con la dirección de tesis y la docencia. Ha impartido clases de neurobiología molecular y celular, neuroendocrinología, bioestadísica y sistema nervioso y periférico, por mencionar algunas.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, fue en la secundaria cuando notó su interés por la biología y la química, así como por el gusto por los animales y las plantas. Tenía curiosidad por saber por qué las cosas eran de determinada manera.
A pesar de que la medicina también fue centro de su atención, en bachillerato decidió entrar al área de Biológicas y después ingresó a la Facultad de Biología de la UV, Posteriormente continuó estudios de posgrado en la Ciudad de México y volvió años después a su tierra natal.
Carrera exigente
La doctora opina que la de del investigador no es una profesión muy valorada, pero sí muy demandante, y es que, afirma, no es que los científicos sean unas lumbreras pero sí deben ser muy persistentes y perseguir sus objetivos.
Considera que el tiempo que se le dedica al trabajo y estudio es de entre 10 y 12 horas diarias: “Es una profesión que, igual que la medicina, te exige muchísimo tiempo, pero las satisfacciones son muy grandes”.
María Elena Hernández compagina su vida profesional con la familiar. Está casada con un hombre de ciencia, Jorge Manzo, y también, dice con orgullo, es mamá. "Todo se puede si se pone empeño, dedicación y esfuerzo".