El cierre de playas, como parte de las medidas preventivas contra coronavirus, permite que las tortugas marinas que llegan a Costa Esmeralda desoven con mucha tranquilidad y tengan menor amenaza de caza furtiva, dijo Ricardo Yépez Gerón, director de la Fundación Yépez.
Además, la cuarentena que mantiene a la población en aislamiento preventivo ha logrado que aves de diversas especies lleven a cabo su proceso migratorio con plena libertad.
Informaron que en lo que va de la contingencia sanitaria tampoco han sido encontradas tortugas muertas o atrapadas en redes de pescadores, por lo que se espera que en esta temporada la llegada de quelonios a la zona de playas sea mayor en comparación con años anteriores.
A la fecha suman alrededor de 7 mil 200 huevos de tortuga marina de la especie Lora los que han sido encontrados por personal de la Fundación Yépez en nidos de aquella zona y puestos bajo protección.
Se espera que las primeras crías nazcan a mediados o finales del presente mes.
Las playas también se encuentran limpias y lucen conchitas que constantemente son arrojadas por las olas en los alrededores. A cualquier hora se puede disfrutar de una hermosa postal. Además, los cangrejos van y vienen a sus madrigueras sin ser molestados.
La quema de basura, que era común en algunos poblados, también disminuyó notablemente ante la escasa inactividad humana, por lo que prácticamente no hay residuos que sean arrastrados a ríos, arroyos, manantiales y playas, señaló.
La fundación exhortó a la población reflexionar sobre los beneficios que recibe la naturaleza en esta temporada para que cuando la cuarentena haya pasado se les otorgue el respeto que merecen para garantizar su preservación.