Veracruz, Ver.- Aunque hay más de un millar de empleos disponibles en el sector restaurantero de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, existe poco el interés para laborar en este giro, de acuerdo con lo afirmado por empresarios prestadores de servicios turísticos y representantes sindicales.
Sueldos miserables, explotación y sobrecarga laboral son algunos de los factores que han contribuido a que las personas ya no quieran emplearse a industria sin chimeneas, pues muchas después de que fueron despedidas por consecuencia la pandemia del Covid-19, buscaron la manera de sobrevivir, algunas yéndose a la informalidad y otras autoempleándose.
Esta situación ha causado un déficit en la ocupación laboral que se requiere para que operen adecuadamente los restaurantes agremiados a la la Camara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Veracruz, dice su presidente Marcel Van Eyck.
Desde el 2021, se mantiene una bolsa de trabajo con 600 vacantes libres entre restaurantes ubicados en la zona conurbada, principalmente en el corredor turístico de ambas ciudades, que están agremiados a la Canirac.
Se suman aquellos negocios que pertenecen a otras agrupaciones o que trabajan en la informalidad, en donde se calcula que la cifra de vacantes podría alcanzar en suma entre los mil 500 y 2 mil puestos laborales.
Los puestos que se buscan van desde meseros, cocineros, ayudantes y auxiliares, así como bar tender y recepcionistas. En la mayoría de los casos se ofrece sin requisito la experiencia y en jornadas de 8 horas.
A pesar de la crítica de empleados y líderes sindicales, el empresario asegura que los sueldos son buenos para dichas vacantes laborales, sumado a las propinas y otras prestaciones de ley, sin embargo, el número de personas interesadas es bajo.
De acuerdo con lo señalado por el Sindicato de la Industria Turística y Hotelera y de la propia Canirac, el sueldo de un mesero oscila en los 182 y 185 pesos diarios, más las propinas que se ganan durante el día y que se distribuyen entre otros trabajadores.
En el caso de los cocineros el salario se encuentra entre los 185 y 300 pesos, dependiendo de la clasificación y tamaño del establecimiento. Un cocinero tipo C gana alrededor de 182 pesos diarios, un cocinero B se lleva unos 190 pesos por día, mientras que el cocinero A, con mayor responsabilidad, se gana entre 220 y 300 pesos en su jornada.
En todos los casos se incluyen prestaciones laborales y seguridad social, de acuerdo con lo señalado por empresarios y líderes de empleados.
Marcel Van Eyck detalla que dependiendo del tamaño del restaurante y el tiempo de experiencia de los empleados, los sueldos pueden ir en aumento, ya que existen casos en los que los puestos de generentes llegan a ofrecer hasta 20 mil pesos.
Frente a la oferta salarial, el empresario restaurantero asegura que existe una falta de interés de las personas por ocupar estas vacantes, no solo en Veracruz, sino en el resto del país.
Te puede interesar: Lo que importa es la botana; ve qué ha pasado con cantinas antiguas
“Seguimos en lo mismo, desafortunadamente hemos tenido muchos problemas en encontrar buena gente, para nosotros la Canirac en la página de la Cámara, tenemos solamente aquí frente nuestros agremiados más de 600 vacantes, entre todos los restaurantes no afiliados y algunos no formales son más de mil 500, dos mil vacantes que tenemos disponibles”, sostiene.
Van Eyck, insiste en que la bolsa de trabajo está disponible desde el año pasado y no han logrado cubrir todos los espacios.
Refirió que quienes estén interesados pueden consultar la página de Facebook Canirac Veracruz para conocer toda la oferta laboral.
La idea es cubrir la mayoría de esos puestos de ocupación antes de que inicien las vacaciones de Semana Santa, ya que en esta temporada se amplía la demanda en los restaurantes y demás empresas prestadoras de servicios turísticos, afirma Alberto Portugal Alemán, Secretario General de la Sección 20 de la Industria Turística y Hotelera.
El líder sindical coincidió en que los restaurantes trabajan actualmente con el personal mínimo, y los empleados que ocupan sus puestos todavía, deben absorber una carga de trabajo por encima de la que les es retribuida.
“Muchos de los restaurantes y de otras empresas operan al mínimo, el salario mínimo está en 182 pesos y lo que hacían dos personas, ahorita lo está haciendo uno, pues la gente se va al comercio informal a tener más ingresos”.
En ese sentido, asegura que muchas veces las jornadas de trabajo se extienden por arriba de las 9 horas, sin el pago de las horas extras, por lo que se esperaría que exista una mejor labor de los empresarios para captar la atención de las personas que podrían ocupar estos puestos.
“Ahorita en Semana Santa estamos contemplando una recuperación del 50 por ciento, los hoteles empiezan a pedir personal, ya tenemos más oportunidades de contratación, a lo mejor eventual, pero se está dando la recuperación económica”.
Existe explotación, ya no es rentable: mesero
VERACRUZ, Ver.- Ser mesero ya no es rentable para las nuevas generaciones, dice Armando León Hernández, quien tiene una experiencia de 36 años de experiencia en esta profesión en diversos restaurantes de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Aunque en su caso, los años trabajando en el sector le han valido para hacer valer sus derechos y acceder a un salario que cubre sus necesidades y la de su esposa, reconoce que para quienes van ingresando es más complicado.
“Yo he tenido el mismo trabajo de siempre, a mí el sueldo que gano me sirve porque mis hijos ya están grandes y solo soy yo con mi esposa (…) A las nuevas generaciones, que tienen hijos chiquitos, no les es redituable, así como está la situación económica no”, remata.
Armando reconoce que existe explotación laboral en muchos establecimientos dedicados a la gastronomía, principalmente por el tema de los salarios y las extenuantes jornadas laborales que se les piden a los nuevos ingresos.
“Yo pienso que hay mucha gente en la calle que no sabe de este trabajo y tiene que capacitársele, y quieren probar un día o dos y se van, porque los quieren tener 12 horas y no aguantan y se van (…) Sí hay explotación en el sector gastronómico, si no se han cubierto las plazas es porque los quieren tener más de 12 horas y ya no aguantan”, menciona.
De acuerdo con lo relatado por el mesero, el salario promedio que gana un mesero en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río ronda entre los 150 y 180 pesos, cantidad que menciona es alcanzada con la ayuda que brindan instituciones de gobierno al sector gastronómico.
Pero detalla que el ingreso que permite tener un mejor salario son las propinas, que pueden alcanzar entre los 5 mil y 8 mil pesos mensuales. En su caso, precisa que ese dinero que dejan los clientes es recogido por él y distribuido en partes iguales con sus compañeros en la cocina, que le ayudan a dar un mejor servicio.
Sin embargo, también critica que por muchos años la propina ha sido una controversia, debido a que algunos patrones lo ofrecen como parte del salario, cuando se trata de una aportación que es dada en su totalidad por el cliente y el buen trabajo que hagan los meseros.
“Lo fuerte de nosotros claramente son las propinas porque vamos al día y es una base que tenemos a parte de los salarios, un salario mínimo pienso que no es suficiente para vivir una familia. Vienes a juntar arriba de los 5 mil a 8 mil pesos de propina al mes, echándole muchas ganas si se llegan a tener hasta los 10 mil pesos de propina”.
El punto en el que reconoce que existe más estabilidad es en las prestaciones laborales, ya que en el trabajo los empresarios ofrecen los días reglamentarios de vacaciones, descansos y seguro social.
No obstante, estas prestaciones no se dan de manera inmediata, en el mejor de los casos, se brindan dos o tres días después de que el mesero es contratado y se tiene certeza de que se quedará en el puesto.
“Algunos están asegurados y otros que van llegando a la plaza, según conforme le echan ganas se ganan el seguro, prestaciones y el salario que les pagan(…) A la semana es cuando se les da seguro, en la mayoría de los restaurantes”, comenta.
Nota publicada en Diario de Xalapa