La violencia criminal ha dejado una profunda huella en la paz de Veracruz. Durante los últimos ocho años, la entidad ha registrado un marcado aumento en los índices de delitos violentos y crímenes asociados a la delincuencia organizada.
Los problemas de seguridad que ha arrastrado durante años han afectado la percepción de inseguridad de la ciudadanía, mientras que las instituciones responsables de abordar este tema experimentan bajos niveles de confianza por parte de la población.
Esta tendencia se refleja en el Índice de Paz México (IPM) 2024, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP). Aunque Veracruz ha ascendido al puesto 11 de 32 en la clasificación de niveles de paz, marcando una leve mejora con respecto al año anterior, persiste una discrepancia significativa entre la percepción de seguridad de la población y las cifras oficiales.
Los datos analizados en el IPM, basados principalmente en información proporcionada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y el INEGI, revelan que a pesar de los avances que Veracruz ha registrado en su puntuación del IPM durante el último año, la entidad enfrenta la segunda mayor discrepancia entre el nivel de temor a la violencia y su calificación en el IPM.
Las conclusiones del estudio sugieren que la población veracruzana percibe la seguridad de manera más negativa que lo que reflejan las cifras estatales. Solo en 2023, el 81.4 por ciento de los habitantes de Veracruz expresaron sentirse inseguros en el estado, lo que representa la quinta proporción más alta a nivel nacional.
En el último año, la violencia tuvo un impacto económico estimado en 195 mil 700 millones de pesos para Veracruz, equivalente a unos 22 mil 548 pesos por habitante.
En este contexto, la seguridad ciudadana se erige como uno de los desafíos más apremiantes en la agenda estatal, demandando acciones contundentes no solo en materia de seguridad, sino también en la procuración e impartición de justicia.
Los delitos que registran los mayores incrementos
Durante los últimos ocho años, Veracruz ha presenciado un aumento en las tasas de delitos violentos, como la extorsión y la agresión sexual, así como en los crímenes asociados a la delincuencia organizada, como el narcomenudeo.
A pesar de ocupar la posición 16 de 32 en términos de niveles de narcomenudeo a nivel nacional, Veracruz ha registrado un incremento del 3,059 por ciento en este delito desde 2015 hasta 2023.
A nivel nacional, Veracruz figura entre los estados con tasas más elevadas de delitos de extorsión. Durante el período mencionado, la tasa de extorsión en el estado aumentó en un 561 por ciento, situándose como la octava más alta del país, con 91 casos por cada 100 mil habitantes.
La tasa de agresión sexual ha experimentado un aumento del 522 por ciento desde 2015, mientras que la violencia familiar ha incrementado en un 223 por ciento en el mismo período, alcanzando cifras de 160 y 642 casos por cada 100 mil habitantes, respectivamente.
Las mejoras, según las cifras oficiales
Durante el periodo 2015-2023, Veracruz ha mostrado mejoras significativas en dos delitos asociados con la delincuencia organizada, logros que se consolidaron durante el periodo 2022-2023: una reducción de hasta un 63 por ciento en secuestros y tráfico de personas, y un descenso del 8.4 por ciento en casos de delitos graves.
Estos dos delitos, secuestro y delitos graves, ahora representan las tasas más bajas de actividad delictiva a nivel estatal, con 2.2 y 0.9 casos por cada 100 mil habitantes, respectivamente, lo que denota un progreso en términos de pacificación y contribuye positivamente a la calificación obtenida en el Índice de Paz México (IPM).
Los delitos que más afectan a la ciudadanía
El Índice de Paz México (IPM) revela que los delitos con violencia, tales como asaltos, violencia familiar, robos y agresiones sexuales, son los crímenes que más afectan a la población, con un registro de 1,685 casos por cada 100 mil habitantes.
Por otro lado, los crímenes relacionados con la delincuencia organizada, que abarcan extorsión, delitos graves, narcomenudeo, secuestro y tráfico de personas, representan la segunda tasa más alta en el estado de Veracruz, con 125 casos por cada 100 mil habitantes.
En cuanto a los delitos cometidos con armas de fuego, se contabilizan 13 casos por cada 100 mil habitantes, mientras que los homicidios alcanzan la cifra de 12 casos por cada 100 mil habitantes, marcando las tasas más bajas registradas en los últimos ocho años.
El miedo a la violencia
A pesar de las tendencias prometedoras en la reducción de delitos, en Veracruz persiste una alta sensación de inseguridad y una insatisfacción constante entre los ciudadanos respecto al desempeño de las instituciones del sector.
Según el Índice de Paz México, el miedo a la violencia entre los habitantes de Veracruz continúa en aumento. Entre 2015 y 2023, la percepción de inseguridad aumentó un 1.1 por ciento; durante el periodo 2022-2024, este incremento fue del 1.5 por ciento. Para finales de 2023, el 81.4 por ciento de la población en Veracruz expresó sentir miedo a la violencia.
La confianza ciudadana en las autoridades de seguridad estatal apenas alcanza el 49.2 por ciento; en términos de desempeño efectivo, solo el 44.9 por ciento de la población respalda el trabajo de dichas autoridades, según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) de 2023.
Para el 54.9 por ciento de la población veracruzana, la inseguridad es el problema más apremiante en el estado.
La delincuencia común y el crimen organizado
Según las cifras oficiales, entre los delitos de alto impacto que generan una percepción significativa de inseguridad en Veracruz se encuentran la extorsión, los asaltos y los robos.
De acuerdo con el IPM, en Veracruz se registran 499 asaltos y 384 robos por cada 100 mil habitantes, ocupando ambos delitos la segunda y tercera tasa más alta de casos registrados, solo superada por la violencia familiar.
Durante 2023, el SESNSP reportó un aumento en las denuncias por delitos contra la libertad y la seguridad sexual, la extorsión, la violencia familiar y la violencia de género.
Aunque la incidencia de homicidios dolosos suele utilizarse como un indicador confiable para medir los niveles de violencia, ya que son delitos que se investigan de oficio, la crisis de personas desaparecidas y no localizadas que enfrenta el estado, y el país en su conjunto, sugiere la existencia de un posible subregistro de estos delitos.
Durante 2023, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDO) contabilizó 333 personas desaparecidas en 29 municipios del estado de Veracruz, de las cuales 272 eran hombres y 61 mujeres.
Hasta el 9 de mayo de 2024, se reporta en la entidad veracruzana una cifra histórica de 6,858 personas desaparecidas y no localizadas.
El crimen violento continúa cobrando víctimas entre la población joven, así como entre mujeres y niñas.
Las mujeres siguen siendo objeto de asesinatos motivados por razones asociadas a su género. Veracruz se mantiene entre las cinco entidades con mayor número de feminicidios en el país. Las denuncias por el delito de violación de niñas y mujeres aumentaron de 481 a 502 carpetas de investigación en un año.
La violencia político-criminal ha tenido un impacto en la participación de las mujeres en la vida política. Según Data Cívica, Veracruz se destaca como una de las entidades con mayor número de mujeres políticas asesinadas por grupos del crimen organizado.
Entre mayo de 2018 y septiembre de 2023, Veracruz registró 18 incidentes de violencia política-criminal hacia las mujeres, que incluyeron nueve homicidios, tres ataques armados, dos secuestros y asesinatos, dos atentados y dos amenazas.
Desde enero de 2018 hasta diciembre de 2023, el proyecto “Votar entre Balas” de Data Cívica identificó un total de 154 víctimas de violencia política-criminal en Veracruz, a las que se sumaron 10 casos más en los primeros cuatro meses de 2024, alcanzando un total de 164 víctimas, lo que representa el 9.34 por ciento de las víctimas de violencia política-criminal en todo el país.
Según un estudio realizado por AC Consultores, el crimen organizado está presente en 89 de los 212 municipios veracruzanos, operando bajo la influencia de siete grupos criminales en el estado. De estos, el CJNG (Cártel Jalisco Nueva Generación) es la organización con mayor presencia, operando en 72 municipios.
La impunidad y la gestión institucional
En 2023, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), se estimó un total de 1 millón 025 mil 646 delitos cometidos en Veracruz.
Sobre la totalidad de la incidencia delictiva registrada, se calcula que el 93.7 por ciento de los delitos no fueron denunciados o no se inició una carpeta de investigación.
Entre las razones por las cuales las víctimas no presentan denuncias formales, se destacan la percepción de pérdida de tiempo, la complejidad y duración de los trámites, así como la desconfianza en las autoridades.
Esta impunidad, que alcanza más del 93 por ciento, reduce significativamente la probabilidad de esclarecimiento de los delitos cometidos que no son denunciados.
Los estudios sugieren que los persistentes niveles de impunidad reflejan más deficiencias en la gestión institucional que en la normativa misma.
En términos de seguridad ciudadana, desde la perspectiva de las políticas públicas, el principal desafío sigue siendo la capacidad para hacer cumplir la legislación y la jurisprudencia, así como para implementar acciones integrales y coordinadas que respondan a las demandas ciudadanas de mayor seguridad y contribuyan a construir una paz sostenible.
Nota publicada originalmente en Diario de Xalapa