¿Qué pasa con el corazón de los hombres?, Obispo de Córdoba habla

El Obispo menciona que ello se observa en la ausencia de Dios en el corazón de los hombres

Roberto Téllez | El Sol de Córdoba

  · domingo 22 de enero de 2023

El Obispo de la Diócesis de Córdoba, Monseñor Eduardo Carmona Ortega | Foto: Roberto Téllez | El Sol de Córdoba

Córdoba, Ver.- La ausencia de Dios en el corazón de los hombres genera la ola de violencia que se vive en la actualidad, por lo que es urgente recuperar el temor a Dios, señala el obispo de la Diócesis de Córdoba, Monseñor Eduardo Carmona Ortega.

En entrevista al concluir la homilía dominical, Monseñor Carmona Ortega enfatiza que es necesario recuperar el temor a Dios, no como un sentimiento de miedo, sino como un reconocimiento a su deidad.

“Tenemos el corazón vacío y cuando el corazón está vacío pues se fascina el corazón por la nada y entonces viene la violencia y de la violencia viene la muerte, entonces tenemos que llenar el corazón de Dios y de las cosas de Dios”, dice el prelado.

¿Qué pide la Iglesia Católica?

Quien insiste que es urgente que el hombre, como raza, vuelva a Dios reconocerlo como un guía y a nosotros como una criaturas hechas por él en búsqueda de su agrado y empatía para juntos mejorar el tejido social.

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En relación al caso del asesinato de un menor de edad por uno de sus compañeros de juego en una comunidad de La Perla, el máximo jerarca de la iglesia católica en Córdoba refiere que esto se debe a que se está normalizando la violencia entre las nuevas generaciones.

“Nos jalamos de los cabellos por la violencia, pero la hemos Instituido, la hemos hecho una realidad cotidiana desde las caricaturas que son pura violencia y es lo que aprenden los niños que no saben distinguir entre la realidad virtual y la realidad real”, comenta.

El Obispo de la Diócesis de Córdoba, Monseñor Eduardo Carmona Ortega | Foto: Roberto Téllez | El Sol de Córdoba

Y al mismo tiempo señala que los padres han declinado a su deber de educar a sus hijos y han delegado esta responsabilidad a las escuelas y a las iglesias, cuando la educación primaria se debe hacer desde casa, principalmente fortaleciendo valores.