Ciudad Mendoza, Ver.- Debido a que las condiciones meteorológicas previstas para la actual temporada de lluvias en la zona montañosa central y a la devastación que ocasionaron los incendios en algunos de los municipios pueden propiciar contingencias como la que ocurrió en Acultzingo, autoridades de Protección Civil (PC) de este lugar realizaron un análisis en la parte de montaña, con el fin de conocer las laderas propensas a derrumbes, que ponen en peligro a la población que radica y transita por esos lugares.
Samuel Carrera Eliosa, titular del área dijo que en base a esa información se hará un dictamen y una propuesta de proyecto que contemple acciones encaminadas a salvaguardar la integridad de las familias que al vivir en esos sitios están expuestas a un mayor riesgo.
Recorrieron los diez kilómetros de la carretera Mendoza-Necoxtla, así como los barrios de Tezmola y Ocotla. En ese trayecto detectaron 35 puntos críticos donde se pueden generar deslaves a consecuencia de las lluvias. “La principal causa es la inestabilidad que presenta la montaña, otro origen es el escurrimiento de agua que no es captado por la tierra debido a problemas de deforestación”, apuntó.
En esos puntos marcaron el pavimento con flechas, para reconocer las zonas que dictaminaron, capturaron también archivo fotográfico y anotaron las características del terreno. “Con base a esto elaboraremos un proyecto que se presentará al Cabildo, en donde propondremos acciones que contrarresten esta situación” remarcó.
Durante el recorrido visitaron las escuelas que hay cercanas a los sitios vulnerables para explicar tanto a los estudiantes como a los profesores cuál es el riesgo que existen si sus casas están construidas en las laderas de los cerros. A los niños pidieron dialogar con sus padres para que detecten si hay peligro en el lugar donde viven, para que lo reporten con sus maestros, quienes serán el enlace con las autoridades.
Por su parte, Francisco Moreno Carbajal, director de Protección Ambiental y Ecología señaló que con la evaluación realizada determinarán las áreas de riesgo geológico, brindarán una solución y efectuarán un control mediante estudios y un proyecto destinado a los asentamientos humanos.
Subrayó que los puntos críticos se encuentran en los kilómetros 1+500, 3, 5 y 9, donde el año pasado se registraron derrumbes que afectaron a muchas familias. “Necesitamos tener control sobre esta situación, pues son cientos de familias las que están asentadas en la zona, a las que debemos brindar la seguridad que necesitan”, destacó.
Apuntó que los habitantes de esa zona hacen lo necesario para mantener limpias las cunetas, pero no es suficiente por la gran cantidad de agua que baja del cerro. Explicó que las capas de roca morfológica están en diagonal hacia la carretera, situación que intemperiza el terreno y se comienza a deslavar la arcilla generando huecos entre los estratos, que son propensos a caer en cualquier momento.
Finalmente, recordó que esta condición de inestabilidad la reportaron geólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el año 2011, tras detectar una falla geológica que atraviesa cinco municipios de la región, entre ellos Ciudad Mendoza.