Xalapa, Ver.-La pandemia ha repercutido con mayor agresividad en las mujeres, las cuales actualmente presentan cuadros de agotamiento físico y mental, así como depresión. Lo anterior, fue detectado con el análisis de datos a cargo de Ana Beatriz Lira Roca, investigadora de la Universidad Veracruzana (UV), quien corroboró que durante la pandemia las mujeres y niñas han sido más vulnerables que el resto de la población.
La investigación inició en diciembre del año pasado y con esta se observaron cinco puntos de daño hacia las mujeres: Violencia doméstica, trabajo no remunerado, mayor vulnerabilidad económica, afectaciones físicas y de salud mental, y vulnerabilidad por ser personal de atención en primera línea de pacientes con coronavirus.
Los datos generados por la investigadora están basados en documentación e información de ONU Mujeres, el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la empresa Deloitte.
Al respecto, la investigadora señaló que es necesario prestar atención a las condiciones actuales de las mujeres, ya que se requiere que en la agenda pública se incluyan acciones de género.
Además, dijo, es importante considerar la desventaja en la que se encuentra este sector de la población, dadas las condiciones generadas por la pandemia.
En torno a la violencia doméstica, refirió que las mujeres y menores que han sido violentadas en sus viviendas ahora tienen que convivir con su agresor, lo que provoca que cada día sean más vulnerables.
“La vida cotidiana como la conocíamos hasta febrero del año pasado ha dejado de existir y todas las alternativas que tenían para alejarse del agresor fueron eliminadas”, expresó.
Sobre el trabajo no remunerado, especificó que este ha incrementado al interior del hogar, dado el periodo de aislamiento aplicado tanto para los adultos como para los menores.
“El trabajo de casa ha crecido, se le debe ayudar a los hijos con las actividades escolares, cuidar a los enfermos, realizar las actividades del hogar y todo lo que ello implica sin obtener un pago a cambio”, expuso.
La investigadora destacó que la vulnerabilidad económica se establece porque las mujeres que colaboraban en el sector informal se quedaron sin sustento, además de carecer de una prestación de salud para atenderse en caso de necesitarlo.
Por ello, mencionó, se llega al cuarto punto que es el daño a la salud mental y física, “las mujeres están más fatigadas, deprimidas, angustiadas por todos los factores que ya hemos señalado, pero que no se les presta atención”.
En lo que respecta al quinto punto, indicó Ana Beatriz Lira Roca que la mayor parte del personal que labora en el sector salud son mujeres, ya que se incluye a enfermeras, del área de limpieza, trabajadoras sociales y doctoras.
“Alrededor del 58% del personal de salud son mujeres, el sector salud mayoritariamente está atendido por mujeres que están en primera línea de atención de la pandemia, lo que provoca que se encuentren en desventaja y en constante peligro”, comentó la investigadora.
Lo que dicen las cifras sobre las mujeres
En diciembre de 2020 la empresa Deloitte publicó el documento: Comprendiendo el impacto de la pandemia en las mujeres que trabajan, relacionado con el impacto de la pandemia por Covid-19 en las mujeres.
En este se indica que el 82% de las mujeres dijeron que su vida ha sido impactada negativamente por la pandemia y el 65% afirmó que ahora tienen mayores responsabilidades en el cuidado de sus hogares y familia.
En tanto, una de cada tres señaló tener mayor carga laboral que antes.
El 40% de las mujeres se siente imposibilitada para balancear los compromisos de trabajo y vida personal.
Ante el notable incremento en los niveles de ansiedad y la sobrecarga emocional que expresa este sector de la población, producto del aumento de responsabilidades y el actual contexto de salud, el 23% de las encuestadas se ha encontrado ante el dilema de elegir entre sus actividades personales y su carrera. Además, el 10% de ellas ha considerado dejar de trabajar.
De acuerdo a los datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 17.9% de los hogares están compuestos por una mujer sin cónyuge y con hijas o hijas.
La mayor parte del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que se realiza en los hogares es hecho por mujeres. Siete de cada diez actividades de este tipo está a cargo de ellas.
El valor de mercado de las labores que realizan las mujeres para sus hogares es en promedio de 5 mil 190 pesos mensuales.
Dado que no perciben una remuneración por estas labores, cada mujer genera un ahorro para el hogar de 62 mil 280 pesos al año. La brecha de género en la carga total de trabajo, remunerado y no remunerado, es de 13.4 horas semanales en promedio. La mayor carga de trabajo para las mujeres se refleja en la menor disposición de tiempo libre, que en promedio es de 4.2 horas a la semana.
Violencia Doméstica
En lo que respecta a los actos de violencia doméstica, el Secretariado Ejecutivo de Seguridad señaló que en los dos primeros meses del año el número de emergencias 911 en el estado recibió múltiples llamadas por actos en contra de las mujeres.
Por violencia familiar se reportaron durante enero 3 mil 441 denuncias y en febrero fueron 2 mil 883. En suma, son 6 mil 324.
Por actos relacionados con violencia de pareja se registraron mil 002 llamadas de emergencia, de las cuales 545 fueron en enero y 457 en febrero.
Por incidentes de violencia contra las mujeres fueron dados a conocer a las autoridades 586 casos, de los cuales 311 fueron en enero y 275 en febrero.
Mientras que la Secretaría de Salud federal reportó que el año pasado 3 mil 004 veracruzanas fueron diagnosticadas con cuadros de depresión y en lo que va del año 769 mujeres han sido atendidas por esta misma condición mental.
En ese mismo reporte se establece que 3 mil 064 veracruzanas durante el 2020 acudieron al sector salud por incidentes relacionados con violencia intrafamiliar.
De enero a marzo del año en curso 687 mujeres han recibido atención médica por lesiones a causa de violencia intrafamiliar.