Córdoba, Ver.- Replicar el contexto y la formación machista en la que la sociedad se ha educado por generaciones, es la consecuencia de las agresiones y violencia generada entre el mismo género, son las mujeres quienes en algunos casos acusan o culpan a otras mujeres de casos como infidelidad, celos o envidias, pero esto es resultado de una formación en la que la sonoridad y la empatía han sido nulas, por ello hace falta una deconstrucción de patrones culturales, afirman feministas.
En los feminicidios recientes como son el caso de Debhani Escobar y Ariadna López se presume que pudieron ser agredidas o traicionadas por supuestas amigas, las cuales han sido señaladas como posibles responsables de estos lamentables acontecimientos, en ambos casos no se ha logrado confirmar las acusaciones.
Sin embargo, en distintos medios y redes sociales se han hecho publicaciones en las que se sugiere que entre mujeres es donde más violencia se ve, siendo motivos como la envidia, los celos, la infidelidad los que podrían ser causantes de la violencia entre ellas, feministas hablan al respecto de este tema en el que la formación machista afirman es la causante.
“Es un enfoque de misoginia, nos educan diciendo que no hay amigas, que la peor enemiga de una mujer es otra mujer, es una cultura patriarcal en donde dice que no puedes confiar en otra mujer y que los únicos que te cuidan son los hombres”, afirma Lucy Batista médica, psicopedagoga y feminista, defensora de patrimonio cultural representante del Foro multicultural patio de La Estrella.
Dice que esto es una misoginia interiorizada que hacen las mujeres, producto de todos los mensajes machistas que se toman de la sociedad, esto las lleva a juzgarse entre sí, entre compañeras, una cultura que se inculca desde el patriarcado, por ello hace falta una deconstrucción. "Empezar de manera personal a cambiar ese constructo social, de ir aprendiendo todos esos patrones culturales que se nos han ido inculcando y deconstruirnos, capacitarnos, conocer, estudiar de una manera diferente fuera de esos patrones que se han establecido esos patrones que se han establecido por años”, afirmó.
Es la educación que se ha tenido con el paso de los años, de generaciones en donde el concepto de machismo da un enfoque escaso de sororidad lo que llevaría a una mujer a agredir o violentar a otra, en donde es otro el principal generador de violencia señalan las activistas, que de existir estos casos, son bajo una justificación cultural en donde las mujeres están formadas para competir entre ellas.
“Cuando un hombre engaña a su esposa, por formación siempre se le reclama a la mujer, como si fueran las responsables, fuimos formadas para no vernos como un igual, si no como un rival y esto se evidencia en este tipo de conductas, nos educaron a no ser sororas, a no ser empáticas, es lo que el feminismo ha puesto en evidencia y se trata de cambiar, debemos creernos entre nosotras, pero desgraciadamente esto está todavía muy introyectado en muchas mujeres y hoy lo vemos que se manifiesta de la peor manera privándole de la vida a otra mujer”, explica Luz María Reyes Huerta fundadora de Marea Verde Altas Montañas y defensora de los Derechos Humanos de las mujeres.
¿Dónde más se presenta este tipo de violencia?
Es solo cambiando los conceptos y pensamientos como se puede dejar de ejercen violencia contra otros, incluso señala existen también casos laborales en donde se presentan estos hechos, por ejemplo cuando se tiene un puesto o cargo superior o jefatura, no por eso necesariamente se debe ejercer poder violentando, explica.
En el caso de existir celos en una relación se debe ubicar quién es el verdadero responsable y ver si se está con la persona correcta, donde indican él es capaz de relacionarse con otra persona al mismo tiempo que su pareja, se debe ver con qué persona se relaciona la mujer.
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Es de primordial importancia trabajar en la perspectiva de género y entender las causas de desigualdad en las que viven las mujeres, de no entenderse este tema muy difícilmente se podrá cambiar la mentalidad, comenta es de esto de lo que trata el feminismo, "de ver esta realidad en que vivimos desde otra óptica, otra visión para poder transformar mentalidades", añade.
Pero cuando se habla de feminismo mucha gente tiene miedo y desconoce qué se busca. “Nosotros buscamos una equidad, una igualdad, pero también hay que entender las causas que generan las circunstancias que vivimos, la realidad que enfrentamos, porque enfrentamos violencia, quienes son los causantes de esa violencia, que es lo que me enseñaron a mí a partir de esta concepción machista y que estoy haciendo, si yo misma como mujer estoy replicando conductas machistas”, explica Reyes Huerta.
Hoy en día se ubica mayormente a las mujeres como "vandálicas, malas, que entre ellas mismas se matan, claro que existe violencia de mujeres hacia otras mujeres, pero esto tiene una explicación, de una formación machista", lamenta
En Marea Verde buscan trabajar en la sororidad, siempre creer en la palabra de las mujeres, cuando una mujer dice estar sufriendo violencia no se le cuestiona, al contrario con todas las mujeres que acuden al colectivo se busca tener empatía.
"Es trabajando en las nuevas generaciones y respetando este sentido de empatía y sororidad, de entender las causas de desigualdad que enfrentan las mujeres desde hace mucho tiempo, como se podrá cambiar estos hechos", definió Luz Maria Reyes.
“Debemos entender los micromachismos que se replican, porque es toda una vida de estar viviendo en un entorno de machismo y ese es nuestro granito de arena desde nuestras limitaciones porque somos una colectiva que se sostiene desde nuestro propios recursos, desde donaciones y tratamos de hacer ese gran esfuerzo”, menciona la integrante de Marea Verde.