Tomatlán, Ver.- Cuando hablamos de la cultura Olmeca se piensa en cabezas colosales y en una de las culturas más antiguas que habitaron en Mesoamérica, fundadores de los primeros centros urbanos y una de las sociedades más organizadas sobre la tierra, los asentamientos que se conocen se localizan en el Sur de Veracruz como es Tres Zapotes y La Venta, pero a solo 5 kilómetros de Córdoba, en un municipio pequeño en el corazón de las Altas Montañas, se han encontrado vestigios importantes de esta civilización.
Tomatlán esta ubicado entre Chocamán y Coscomatepec, al llegar al municipio existen algunos habitantes que conocen la ubicación de esta zona arqueológica, pero es don Ramón el encargado de la casa de la Cultura del lugar quien conoce a fondo cada detalle de este Museo Comunitario y con una amplia experiencia nos explica los secretos que esconde La Yerbabuena.
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La importancia del hallazgo arqueológico localizado en el lugar conocido como La Yerbabuena, data de hace más de 25 años cuando por primera vez el arqueólogo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) Evidey Castro Laines decidió investigar más a fondo la existencia de vestigios arqueológicos encontrados por campesinos de la región, cuenta que fue gracias a la insistencia de su hermana Orquidea Castro que tomó manos a la obra y acudió al lugar.
En medio de campos de cultivo como cafetales y cañales, sobre la pendiente oriental del Pico de Orizaba se encuentra este lugar en donde se aprecian al fondo montículos de tierra con una elevación que resalta del paisaje natural, campesinos y los mismos dueños de estos predios desconocían la existencia de estructuras bajo la tierra.
Olmecas: una cultura de obras majestuosas
La gente de trabajo al arar la tierra para sembrar encontraron figurillas y restos de piezas que en muchos casos fueron destruidas o saqueadas, pero otras tantas también fueron donadas al Museo Comunitario de Tomatlán, entre estas piezas donadas y que gracias a este hallazgo se pudo comenzar con el proyecto de investigación, fue un fragmento de lo que se cree era una estela de más de 3 metros que refleja en todo su esplendor el trabajo escultural de la cultura Olmeca.
Esta estela de basalto que mide cerca de 90 centímetros tiene un grabado al frente en donde se puede apreciar el torso de un hombre parado de perfil con un tocado en la cabeza, el monumento Olmeca podría representar a algún rey o dirigente local que fue esculpido para mostrar su importancia ya que en la parte de arriba se puede apreciar otro rostro.
El arqueólogo Evidey Castro menciona que las estelas y cabezas colosales de piedra erigidas por esta civilización pudieron ser en honor de reyes o dirigentes a quienes les esculpían en piedras de basalto, lo que daría una muestra de la importancia que tuvo este asentamiento para la cultura Olmeca.
Dicha importancia también podría tener relación con las minas de obsidiana que traían del Pico de Orizaba y en donde se localizaron en uno de los montículos, lo que pudo ser un taller de esta piedra por la gran cantidad de lascas que se obtuvieron entre el barro al momento de la excavación. La obsidiana la utilizaban para hacer instrumentos como lanzas y hachas, constituye un nivel económico destacado en esta cultura.
Se cree que los Olmecas eran una de las culturas más organizadas y desarrolladas, ya que entre sus principales divisiones de trabajo existían desde artesanos, escultores, guerreros y astrónomos, sabios que con el estudio de las estrellas podían predecir las temporadas y fenómenos metereológicos y sismos.
En uno de los hallazgos está una pieza con forma cónica con un hundimiento superior como si fuera al verla de frente un televisor sin embargo su posición correcta es con el hueco hacia arriba para que el hundimiento se llenará de agua y desde ahí los astrónomos y sabios leyeran las estrellas, una especie de observatorio que fue encontrado en unos terrenos cerca del lugar de las pirámides.
De igual forma una de las piezas arqueológicas más impactantes es una cabeza Olmeca que presentaba deformaciones craneales, "se puede ver que esta pieza pudo ser de un personaje principal del lugar, también podemos ver que a parte de la enfermedad muestra la diferenciación con el resto pues entre lo Olmeca podemos encontrar desde jorobados, deformes, enanos, etc", explicó Castro Lainez.
La Yerbabuena con potencial, pero saqueada y olvidada
Fue en el año de 1998, cuando tras tocar muchas puertas y presentar muchos oficios, que el arqueólogo Evidey Castro obtuvo el apoyo y la respuesta del arqueólogo Robert H. Cobean quien confió en este proyecto y la dirección de investigación y conservación del patrimonio arqueológico del INAH decidió trabajar en coordinación con el arqueólogo Evidey para empezar la exploración del área en donde fueron hallados los asentamientos Olmecas.
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En lugares como San Lorenzo y Tres Zapotes se encuentran centros ceremoniales; en La Venta, en Tabasco también se han localizado asentamientos a lo que se ha denominado el área nuclear de la cultura Olmeca, sin embargo es Tomatlán uno de los descubrimientos más recientes del que no se tenía conocimiento y que representa un descubrimiento de gran relevancia para la historia de la civilización más antigua en Mesoamérica, sin embargo ya son 25 años de que se dio a conocer esta investigación y el lugar no ha sido del interés de autoridades, tanto municipales como estatales, que llegan y se van y no han volteado para destacar este vestigio arqueológico.
Castro Laines comenta que existieron diversos saqueos en la zona entre ellos una caja de piedra encontrada en la cima del lugar en donde en su interior contenía posiblemente una ofrenda de un entierro secundario que fue saqueado, “contenía hachas petaloides de una piedra verde, los saqueos se hicieron en cavernas, cuevas y distintos lugares de la región cercana a esta zona arqueológica como son Coscomatepec, Chocamán y más lugares”.
Así como ese han habido muchos hallazgos hechos por habitantes que también han sido donados al Museo Comunitario en donde por el momento se resguardan las piezas arqueológicas que van desde vasijas, metates, instrumentos de caza, urnas mortuorias, hasta una cabeza de lo que se podría creer es un jaguar o algún mamífero al que se le pueden ver ojos y dientes afilados.
“A Tomatlán le falta mucho camino para revalorar el fenómeno Olmeca que le cambio la identidad al rostro de Tomatlán y hoy por hoy necesita seguiste difundiendo y conservando con todo lo que nos espera como tal, los arqueólogos que me precedan después de mí darán cuenta de esta importancia y podrán proyectar aún más La Yerbabuena”
Escondida en los cañales se localiza la Yerbabuena, tras montículos de tierra se podría encontrar un centro ceremonial y una estructura escalonada que hasta el momento sigue oculta y consumida por el paso del tiempo, deteriorándose por las condiciones ambientales, en un recorrido hecho por El Sol de Córdoba se pudo ver a simple vista al llegar al lugar restos de piezas que amontonadas a los lados de las veredas los campesinos han apilado, piezas que en algunos casos tienen grabados y formas como bustos y grecas que destruidas por el arado o la mano del hombre quedaron sin importancia sobre la tierra.
Al ascender sobre el cafetal que esconde la que sería la pirámide escalonada se puede ver la inclinación en la que se encuentra este lugar, que esconde en su interior una estructura de lo que pudo ser uno de los asentamientos más antiguos de la civilización más interesante y organizada de su época, un lugar lleno de misticismo, en el que se encuentran restos de historia, la cual hasta el momento sigue a la espera del interés de las autoridades que no han sabido destacar el valor turístico y cultural de La Yerbabuena.
Entre los trípticos que se ofrecen al llegar al municipio se pueden ver ejemplos de tradiciones como son danzas, su gastronomía y hasta la estación del ferrocarril que antes era muy concurrida, en este lugar conocido como la estación de El Hatusquito es donde se sitúa el Museo Comunitario La Yerbabuena.
Un sitio lleno de bellezas y tradiciones que poco es conocido pero el cual se espera que en próximas fechas se destaque gracias a la alianza que siete municipios de la región han realizado, creando el corredor de Las Altas Montañas en el cual buscan resaltar lo mejor de cada lugar, por ello habitantes y expertos en el tema de la Yerbabuena ven con ojos de esperanza que las autoridades incluyan y destaquen la importancia de la zona arqueológica para que más personas miren a Tomatlán como un nuevo destino turístico.