Córdoba, Ver. - En este primer bimestre del año, la afluencia de migrantes por la comunidad de la Patrona es baja, sin embargo, en los trenes se llega a ver una considerable cantidad de personas, pero estas máquinas pasan a una velocidad rápida representando un riesgo para este grupo de apoyo y los migrantes que viajan "en el lomo", manifestó Norma Romero Vázquez, coordinadora de las Patronas en Amatlán de los Reyes.
Sin saber el porqué, la entrevistada manifestó ver que los trenes van a una velocidad rápida, "los pocos que logran subir al tren van bien agarrados desafortunadamente la máquina ahorita pasa a una velocidad demasiado fuerte no sabemos por qué, pero desde la última caravana afectó mucho el paso en las vías, quizá la empresa férrea tomó medidas porque pasan por la noche".
Siendo las 11 de la noche el silbato del tren se escucha a la distancia y es donde este grupo de apoyo se levanta con alimentos en mano para realizar el famoso "aventón", sin embargo, el tren pasa rápido con al menos 60 migrantes en su lomo, pero esta cantidad disminuye cuando es de día viajando alrededor de 25 personas.
Romero Vásquez dijo existe cierto temor como Patronas pues a lo largo de sus 27 años de apoyo han visto casos donde hombres y mujeres caen a las vías del tren, ahora este miedo se multiplica por las bajas temperaturas que se han registrado en el estado, ya que a decir de la entrevistada las personas que van por el sueño americano no llevan suéter.
Cuestionada sobre si existe dificultad para ellas el repartir la comida debido a la velocidad del tren, la coordinadora de este grupo afirmó el hecho, pero se han dado de "mañas" para repartir la comida, "las que ya tenemos práctica vemos la forma de cuidar al migrante y nosotras para no lastimarnos o un resultado peor".
Finalmente, Romero Vázquez mencionó existen complicaciones pues los trenes pasan de madrugada y a esa hora es más complicado por la visibilidad, no obstante los migrantes que llegan al albergue de las Patronas caminando son recibidos pues muchos comentan que no lograron subir al tren o bien buscan descansar, comer y asearse.
Cabe hacer mención que el albergue tenía migrantes hondureños, pero el 15 de febrero continuaron con su camino a pie. El 14 de febrero este albergue cumplió 27 años de servicio.
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