Córdoba, Ver.- Toda una vida dedicado a la música, con su guitarra en mano desde hace 53 años sale de su casa en la Colonia Carriles para deleitar a propios y ajenos de la ciudad con alguna melodía trova, pero la pandemia del covid-19 vino afectar su empleo, ahora los restaurantes donde acostumbraba a llevar serenatas y cantar les bloquean la entrada impidiendo puedan llegar a casa con un dinero para comer.
Don Juan Vivanco Martínez, tiene el oficio de músico trovador desde hace más de 50 años, sus rumbos, los restaurantes del centro histórico de la ciudad que ahora le han dado la espalda a sus años, a su trabajo y experiencia, pues estos les impiden incluso desde la banqueta poder interpretar alguna canción para los comensales.
“Los dueños de la zona restaurantera del centro de la ciudad nos cierran las puertas, nos dicen que no podemos, si un cliente nos dice que quiere una canción no nos dejan tocar y en todos esos negocios es igual”.
Mencionó que lo poco o mucho que llega a tener para llevar a su domicilio donde habita él con su actual pareja lo llega a conseguir caminando por las calles de la ciudad, pues a pesar de que ya es una persona adulto mayor debe de trabajar día a día ya que la comida no llegará sola a su casa.
“No somos malos, varios músicos tenemos familia, hijos, nietos que ayudar y si nos cierran las puertas que vamos a comer, no es algo malo lo que digo, a quien le pedimos nos dejen trabajar”.
El sentimentalismo lo invadió cuando fue cuestionado sobre el cierre de los restaurantes de la zona centro de la ciudad, un hecho histórico ya que por primera vez, mesas, sillas y comida fueron guardados bajo llave por varios meses.
Argumentó que este hecho le causó tristeza pues salió de su domicilio con su guitarra en mano, su fiel sombrero y sus zapatos lustrados, dispuesto a trabajar pero su sorpresa fue que su “centro de empleo” estaba cerrado.
Don Juan dijo que antes de la pandemia si bien le iba podía sacar de 200 a 300 pesos y eso le daba tranquilidad pues sabía que al irse a dormir, al otro día tendría pan y café para desayunar, sin embargo esto ha cambiado pues las fuentes de empleo le están negando laborar.
Entiende que la situación de la pandemia tiene con miedo a la sociedad pero no pide acercarse o entrar, solo quiere trabajar. Cabe hacer mención que al menos otros músicos como él , dedicados a la trova, tríos y músicos se están viendo afectados.
Dijo, las tradiciones de años atrás se están rompiendo pues en conjunto con el músico Armando Soberano llegó a interpretar algunas canciones en el Balcón.
“En algunas ocasiones tengo que salir de la ciudad e irme a Tezonapa, Omealca o más cerca para poder generar algo , pero corremos riesgo de solo ir a gastar lo poco que llevamos”.
Él tiene 6 hijos y gracias a la música les dio carreras profesionales y a otros estudios básicos pero siente orgullo de ver que ahora cada uno de ellos es padre o madre. Don Juan ya es abuelo de aproximadamente 10 nietos.
Don Juan dejó un mensaje a los empresarios restauranteros y a los meseros que les impiden la entrada y es que afortunadamente ellos tienen un trabajo y cuentan con la solvencia económica, pero no todos son así.
