Córdoba, Ver.-En su rostro una sonrisa, una mirada alegre pero al mismo tiempo cansada. Sus manos están cubiertas por la grasa de boleo aunque su uniforme luce impecable, y está lista para otro día más de trabajo.
Lucina sale de casa todos los días con su pantalón color negro o azul, fajado a la camisa del uniforme de boleros, un cinturón color marrón, zapatos cómodos, una coleta alta formada por su cabello donde ya lucen algunos plateados.
Es bolera Lucina Vega Enríquez, desde hace 8 años se encuentra en el parque 21 de Mayo donde ha resistido las inclemencias del tiempo con la visión de obtener sustento para su familia.
Es madre soltera, tiene dos hijos universitarios y a sus 47 años de edad lucha todos los días por ser el sostén de su casa. Sale de su domicilio muy temprano rumbo a su lugar de trabajo, el parque funge como su oficina diaria, donde un árbol con sombra la cobija con un buen ambiente cálido.
Con sus manos empuja todos los días su carpa de bolera color verde oscuro la cual lleva un pequeño taburete negro donde pasa la mayor parte de su día sentada. Su material de trabajo: la grasa color café, blanco y negro, cera para dar brillo al calzado, un par de brochas, cepillos de diferentes tamaños un suéter ligero o chamarra y una bolsa con topers de comida.
Cuando se posa sobre el parque 21 de Mayo, se sienta en el pequeño taburete en espera de un cliente que tome asiento en la silla color rojo oscuro, mientras, con sus audífonos al cuello se pone a escuchar un sinfín de melodías y en sus manos manchadas por la grasa sostiene el periódico del día.
Haciéndose de clientes diarios, Lucina, los recibe una con una sonrisa. La buena racha del primer cliente atrae poco a poco a más de 3 durante la mañana.
El clima en la ciudad es variado, pero para Lucina el intenso sol, el viento y el frío no son problema o impedimento para quedarse en su área de trabajo, donde espera con ansias un cliente nuevo.
Ha oído muchas historias de sus clientes, guarda silencio y los escucha, tras ello emite una humilde opinión. Lucina lucha todos los días por salir adelante, seguir siendo el orgullo de sus hijos y demostrar que como mujer también puede desempeñar una labor de hombre.