Orizaba, Ver.- "Este año el día de las madres tiene para nosotros un sabor mucho más agrio porque los caminos de la búsqueda de nuestros seres amados nos han acercado de nueva cuenta al rostro de la maldad que impera en nuestra sociedad. Un rostro que se muestra en todo su horrendo esplendor en las fosas clandestinas que desde febrero pasado hemos descubierto", así se expresó Araceli Salcedo Jiménez, presidenta del Colectivo de Familias de Desaparecidos Orizaba-Córdoba.
Minutos antes de iniciar la caminata que en memoria de sus desaparecidos realizaron esta tarde dijo que de esas fosas han logrado rescatar a 16 de sus hijos, aunque no en las condiciones en que hubieran querido encontrarles.
“Estamos adoloridas por toda esta crueldad que pareciera día a día se va incrementando”.
La caminata que realizaron es una manifestación de que siguen en pie, aunque con dolor profundo. Andando a paso firme en la búsqueda de cada desaparecido, aunque eso las obligue a pisar terrenos fangosos, llenos de dolor y crueldad, “aunque eso nos lleve hasta los campos de exterminio que hemos vuelto a encontrar”.
Subrayó que como madres han visto de frente la maldad y el dolor que provoca a sus familias, a la sociedad, “de frente y devastadora, pero durante este enfrentamiento con la maldad no se nos olvida que somos madres y que con ello en este camino nos aferramos a esa esencia natural de la maternidad, el amor incondicional, ese amor que lleva a los seres humanos a lograr lo impensable, ese amor que vence a la maldad y llena de esperanza; ese amor que nos ha hecho caminar en la ciudad y en medio de la gente para recordar a cada integrante de la sociedad que nuestros desaparecidos siguen presentes, entre nosotros y debemos hacerlos volver”.
Destacó que ese amor les hace exigir a las autoridades, acciones reales que les dé a los cientos de familias, la justicia y la paz que merecen. “Ahora no festejamos, exigimos que nos sea devuelta la paz que nos robaron al llevarse a nuestros hijos e hijas”, por ello, cada día de las madres siguen reuniéndonos para caminar juntas como un símbolo de nuestro constante andar.
“Hoy estamos aquí, no para celebrar, pero sí para conmemorar a todas estas mujeres con ese amor de madre que tienen y para decirle a nuestros hijos e hijas que nunca, nunca nos vamos a rendir; porque la lucha por un hijo no termina y una madre nunca olvida”, concluyó.