Landero y Coss, Ver.- Las políticas migratorias de EstadosUnidos y la crisis económica que enfrentan los paisanos que vivenen el vecino país del norte han provocado que este municipiocontinúe siendo un pueblo “fantasma”.
A diferencia de otros años, por estas fechas el municipioveracruzano que mayor número de población tiene en EU no lucelleno de vida.
Apenas unas cuantas personas recorren sus calles bajo el sol demediodía, unos cuantos niños arreglan la iglesia principal delpueblo y a lo lejos suena una canción norteña.
“Este año casi no ha regresado gente para las fiestas. Paraestas fechas ya tendría que estar lleno de coches y camionetas,pero no se ve nada”, señalan. Y en efecto, son pocas las casasen las que se observa movimiento de familias y unos cuantosvehículos con placas de la Unión Americana.
Y en efecto, son pocas las casas en las que se observamovimiento de familias y unos cuantos vehículos con placas deestados como Illinois y California recorren el municipio que seencuentra a escasos 50 kilómetros de Xalapa, la capital delestado.
Para estas fechas el retorno de migrantes debería darse porcientos, ya que se trata de una tradición para ellos regresar avisitar a sus esposas, hijos, hermanos, padres y abuelos que aúnpermanecen en el municipio, sin embargo muchos de ellos tienenmiedo de no poder regresar “de mojados”.
“Ha bajado mucho la gente que viene a acompañarnos a celebrarestas fechas, unos dicen que es por la economía que ha pegado muyfuerte en todo el mundo, pero la mayoría dice que es porque cadavez es más difícil regresar, cruzar pues”, explica ClaudioRosado Domínguez, presidente municipal de Landero y Coss.
El alcalde, quien también fue migrante indocumentado, dio aconocer que se calcula que 50% de la población de Landero y Cossse encuentra fuera del municipio y aunque la mayoría está enEstados Unidos también hay población en Canadá o en estados delpaís como la Ciudad de México o Tamaulipas.
Al igual que la afluencia de personas que visitan el municipiopara las fiestas navideñas, el alcalde asegura que también hadisminuido la cantidad de remesas que llegan de Estados Unidos, algrado que se recibe apenas 20% de lo que se recibía hace unasdécadas, cuando la migración estaba más fuerte.
“Landero y Coss ya no vive de las remesas como hace 30 años.El asunto es que las familias fueron creciendo y se volvieronañejas en los lugares en donde están trabajando y han decididoasentarse de manera definitiva allá. Regresamos a vivir con lo quese produce aquí en este pueblo”, indicó.
MÁS DE 50% DE LAS CASAS DEL MUNICIPIO,ABANDONADAS
Hace aproximadamente 30 años inició en Landero y Coss el boomde la migración y el éxodo masivo de habitantes a Estados Unidos.En esa época la facilidad para cruzar la frontera de mojado eratal que se calcula que 2 mil habitantes se fueron en busca del“sueño americano”. “Yo fui uno de ellos, de los que salimosa buscar mejores oportunidades”, señala el actual alcalde delmunicipio.
Dio a conocer que a partir de eso el municipio cambiódrásticamente, ya que las casas de zacate y tierra fueronderrumbadas y en su lugar se construyeron unas nuevas de material ypiso de cemento. Los burros y mulas de carga también dejaron sulugar a camionetas y coches “chocolate” que los paisanostraían en sus viajes y dejaban en Landero para que sus familias sepudieran transportar.
El munícipe asegura que aunque a su llegada a los EstadosUnidos el primer pensamiento de los migrantes fue mandar dineropropio para regresar algún día, la realidad es que muchos ya nopiensan en regresar a Landero y Coss, al grado que 50% de las casasdel municipio se encuentran en completo abandono.
Incluso muchos de ellos dejaron también de tener un vínculodirecto con el municipio, ya que los hijos de los primerosmigrantes nacieron allá y formaron sus propias familias, por loque la llegada de remesas ha disminuido estrepitosamente. Ahora seregresó a vivir de la ganadería, la agricultura y los pocoscomercios que existen en el municipio y la región.
Claudio Rosado Domínguez explicó que el recrudecimiento de laspolíticas migratorias en Estados Unidos ha provocado también quesean muy pocos los jóvenes que decidan realizar el viaje de manerailegal, por lo que ha sido necesario ampliar la matrícula de lasescuelas y de programas sociales específicos para ellos, ya quepor años el número de menores fue mínimo. “Ya nuevamente haymatrimonios, están naciendo niños aquí, los jóvenes se estánquedando. Está volviendo a revivir Landero y Coss”,concluyó.
FAMILIAS DIVIDIDAS POR LA MIGRACIÓN
Aunque a muchos les ha procurado una mejor calidad de vida, lamigración a Estados Unidos también ha dividido a cientos defamilias en Landero y Coss, porque muchos niños y jóvenes vivensin la figura materna, paterna o ambas, ya que sus padres seencuentran trabajando en el país del norte.
Jonathan Domínguez Martínez es uno de los jóvenes marcadospor la migración; actualmente la mitad de su familia se encuentraen Chicago y la otra mitad en Landero y Coss. Para él ya se hizocostumbre extrañar a sus seres queridos, ya sea que se encuentreen una u otra parte.
“Yo vivo allá en Estados Unidos con mi papá y mis doshermanos, pero mi mamá está aquí en Landero con mis otros doshermanos menores, porque ellos no tienen papeles, son mexicanos yno pueden ir”.
El joven explica que aunque él nació en Chicago, al año deedad sus padres regresaron a Landero y Coss, pero al cumplir 10años regresó con ellos a Chicago a estudiar y desde entonces ahípermanece. Señaló que en el segundo viaje la familia tuvo que serdrásticamente separada, ya que sus dos hermanos menores nacieronen la entidad veracruzana y tuvieron que quedarse al cuidado de losabuelos. “Ha sido muy difícil porque hay que dejar la cultura yel lenguaje que ya conocía, pero después me acostumbré y ahoraregreso a Landero a las fiestas a pasarla con mi familia, misabuelos”.
Domínguez Martínez cuenta que debido al miedo su padre norealizó el viaje a México porque se sabe que cada vez es máscomplicado cruzar la frontera de manera ilegal, por lo que laNavidad la pasarán únicamente su madre y sus cuatro hermanosjuntos. “Yo allá trabajo en una fábrica de vegetales y jugoscon mi papá y mis hermanos. La universidad es muy cara, así quenada más terminé como el bachillerato y me metí a trabajar paraapoyar en los gastos tanto de allá como de mis hermanos y de mimamá aquí”, precisó.