No defendimos el maíz amarillo y ahora hay que pagarle a EU

Gobierno apoya con mil 200 y mil 500 pesos a cada productor, cuando producir 1 hectárea cuesta entre 6 a 12 mil pesos

Celia Gayosso | Diario de Xalapa

  · viernes 2 de octubre de 2020

Foto: Eduardo Murillo | Diario de Xalapa

En lo que va de este año se ha sobrepasado el diez por ciento lo que se importó del grano el año pasado, lo que deja en claro que el país no es autosuficiente. Los principales productores son Estados Unidos y China, México y se encuentra entre el lugar 12 y el 18 de la producción mundial.

A pesar de que México es origen de muchos productos agropecuarios, no se supieron defender, ya que muchos de ellos y sobre todo el maíz, se los han llevado a Estados Unidos, le han hecho algunas modificaciones genéticas y lo han patentado, por lo que los productores mexicanos que los produzcan tienen que pagar.

Israel Castillo Cano, coordinador general del Congreso Agrario Permanente de Veracruz, remarcó que Estados Unidos se llevó el maíz amarillo, ya que los mexicanos no lo supimos defender; le hicieron modificaciones genéticas, lo patentaron y lo regresan con un costo para poder producirlo.

Sólo hay tres granos que alimentan al mundo: el maíz, el arroz y el trigo y el maíz fue una aportación de México para el mundo; sin embargo, los principales productores son Estados Unidos y China.

A México se le quedó el maíz blanco, sin embargo el precio al que se oferta no le conviene a los productores, por lo que terminan comprando el que se importa de Estados Unidos.

En ese contexto, opinó que las políticas agropecuarias no han sido suficientes para incentivar la producción, ya que se da un apoyo de entre mil 200 y mil 500 pesos a cada productor cuando producir una hectárea cuesta alrededor de 6 y 12 mil pesos.

Señaló que además los apoyos llegan a destiempo, por lo que cuando los productores las reciben, los ocupan para otros temas menos para la producción, añadió.

El también secretario general de la Unión General de Organizaciones Campesinas de México Democrática (Ugocep Democrática), abundó que en México no se reparte la riqueza sino que sólo se dan dádivas y que el estado replica la política agropecuaria federal que no ha dado ningún resultado.

Foto: Eduardo Murillo | Diario de Xalapa

La producción se cae, se sigue importando y cada vez en mayor cantidad, de ahí que Veracruz se siga empobreciendo y si estaba en el cuatro lugar, seguramente pasará a ocupar el tercer lugar de pobreza, siendo paradójicamente un estado tan rico.

La política de producción y generación de la riqueza en el estado no crece ni se desarrolla, por el contrario sigue afectando al área rural por lo que cada vez hay más migración hacia Estados Unidos, concluyó.

Campesinos defienden las semillas nativas

La defensa de las semillas nativas del maíz, tanto como de la agricultura sustentable se han concretado gracias al trabajo de tres grupos de campesinos en México: Vicente Guerrero, Tlaxcala; La casa del maíz de Tlajomulco, Jalisco; y Las cabañuelas, de Yucatán, y con ello la soberanía alimentaria.

El trabajo de estos amantes de la agricultura sustentable se ha reflejado desde hace unos 30 años en la defensa y rescate de las semillas originarias de diversas latitudes de México, que permiten no solo a estos grupos sino a muchos otros con los que comparten tanto semillas como conocimientos, lograr una soberanía alimentaria.

Durante el conversatorio “La milpa habla”, que como parte de la VI Feria de la Milpa, se llevó a cabo el martes, Alicia Sarmiento del grupo Vicente Guerrero, Ezequiel Cárdenas de la Casa del maíz y Gregorio Camal del grupo Cabañuelas de Yucatán, afirmaron que sí se puede vivir de la milpa y ser autosuficientes como los hicieron nuestros antepasados, quienes desarrollaban un multicultivo en el que aprovechaban la calabaza, el frijol, la haba verde, los quelites, verdolagas, hongos y muchos más productos que se obtienen mientras el maíz madura.

"Si bien el rescate de variedades de maíz que asombran a otros productores no ha sido fácil, pues las grandes corporaciones y el gobierno otorgan a los campesinos maíz modificado, que si bien da mayor rendimiento no conserva las propiedades del criollo", dijo Ezequiel Cárdenas.

Por su parte Gregorio Camal comentó que las Cabañuelas se han dado a la tarea de rescatar las semillas propias nativas de la península de Yucatán y que a la vez promueven que la gente valore la milpa y sus tradiciones de siembra de acuerdo a la observación del tiempo que hacían los mayas.

Foto: Eduardo Murillo

Los tres participantes coincidieron en que el trabajo en las milpas reúne a las familias y a la comunidad, a la vez que se lucha contra las empresas trasnacionales que ofrecen maíz que asegura una buena producción pero de mala calidad, además de que pretenden acabar con la inmensa riqueza de productos al querer instaurar el monocultivo.

Asimismo aseguraron que es posible producir sin usar productos agroquímicos que contaminan la tierra, el agua, los alimentos, causan cánceres y empobrecen cada vez más a las comunidades.

De ahí la necesidad de volver a las semillas nativas, a los procesos amigables al enriquecer las tierras con abonos naturales que se han utilizado por centurias gracias al conocimiento de los hombres del campo, por lo que se ha desechado el uso de pesticidas.

Foto: Eduardo Murillo

La gente del campo sigue apostando al autoconsumo con las siembras que además agregan Jamaica, moringa, amaranto, verdolagas, calabaza, y frijol, entre muchos otros, lo que garantiza la alimentación de las familias y les permite vender los excedentes que les quedan luego de una buena cosecha.

Ezequiel Cárdenas concluyó que de dos variedades de semillas criollas que le heredó su abuelo, ahora tienen 25; sin embargo, en esta temporada sembraron 30 variedades de las que no puede decir que se rescataron hasta que se vea los frutos.