Padecen 2 de cada 10 veracruzanos carencia alimentaria

Casi dos millones de habitantes tienen problemas para acceder a una alimentación adecuada, estima Coneval

Ariadna García

  · lunes 19 de agosto de 2019

Fotografía: Cortesía

Xalapa, Ver.- En el estado de Veracruz el 22% de población tiene carencia alimentaria, aseveró el investigador de la Universidad Veracruzana, Miguel Ángel Escalona Aguilar.

Así, dijo, se estima que son casi dos millones de personas en el estado quienes tienen problemas de acceder a una alimentación en una cantidad y calidad adecuada, esto de acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval),

Hablo del campo y hablo de la ciudad. El hecho de que estemos en la ciudad no quiere decir que tenemos garantizados nuestros alimentos y si a eso le asociamos los cambios de hábito en la alimentación por una comida industrializada y le agregamos los problemas de sobrepeso y obesidad, tenemos un problema muy serio vinculado con la alimentación

Aún más, si a ello se le agrega el escenario de cambio climático, se requiere ser “muy creativo” para diseñar sistemas productivos y de consumo “muy locales, muy regionales, para generar procesos desde el territorio”.

CAMBIO CLIMÁTICO

El cambio climático está ahí y está teniendo sus consecuencias que se empiezan a visibilizar, aseveró Escalona Aguilar.

Y es que la distribución de temperaturas, la intensidad de las lluvias y los grados centígrados actualmente no son iguales a los de años anteriores, lo que ha sido un proceso paulatino y no drástico.

“Empieza a ser drástico cuando nos empieza a afectar, pero como ha sido paulatino, el incremento de temperatura en el planeta no se da de manera drástica, sino que ha sido paulatino. Cuando se cambia la temperatura, la distribución y la cantidad de precipitación que tenemos en el planeta se empieza a manifestar de múltiples formas”, dijo.

Por ello habrá regiones donde les vaya mejor porque tendrán condiciones adecuadas para que cultivos donde antes no se daban, se den, y habrá otras donde los cultivos que se daban bien, ahora no se den.

Si esto lo mostramos en un escenario de los alimentos que tenemos, vamos a empezar a ver que las zonas que ya eran calientes serán más calientes y las zonas que eran frescas, serán calientes. De manera natural, las zonas en donde estaba la biodiversidad o estaban presentes cultivos que son importantes van a empezar a sufrir estas afectaciones

Lo peligroso es que cuando hay cultivos, hay personas y las personas van a sufrir estas afectaciones, dijo.

En el caso de Veracruz, añadió, hay un grupo muy importante que está trabajando en el tema del cambio climático y que hicieron una serie de pronunciamientos sobre acciones mínimas o acciones necesarias para hacerle frente.

“Esta publicación son como 32 puntos, pero están estos puntos y está esta publicación que nos da un poco hacia dónde tenemos que ir. Tenemos que entender que las ciudades están creciendo de manera desordenada y que la regulación del crecimiento urbano hay que tenerlo presente porque es en las ciudades donde hay tanto cemento que se generan islas de calor y hay un impacto importante. Tenemos que pensar en las ciudades como áreas verdes y tenemos que repoblar de una manera muy creativa las áreas verdes”, opinó.

Lo anterior, remarcó, se le llama arboricultura urbana, porque no se va a sustituir ecosistemas naturales en la ciudad; sino, con elementos naturales, el diseño de las ciudades con un componente puesto que en las partes periurbanas se requiere que regular el crecimiento inmobiliario que ha sido desordenado por muchos años.

“En Xalapa tenemos la dicha del archipiélago de bosques y selvas de Xalapa que por un lado podría contener, pero hay que hacerlo efectivo, tenemos que regular esta parte y regresar a sistemas de diversificación productiva en donde el suelo no esté pelón, porque en la medida que nosotros quitemos elementos vegetales, vamos a tener problemas de que no infiltre el agua, de que no alimente el manto freático y elementos de erosión”, añadió.

Apuntó que esa situación se constituye como un elemento integral pero también se tiene que pensar en la alimentación de la gente donde existen problemas serios de carencia alimentaria.

"Pero también tenemos que improvisar en problemas de salud y también tenemos que pensar en problemas de infraestructura. Si todo esto lo armonizamos como política pública, que sería lo ideal, entonces tendríamos un plan de contención o una serie de estrategias para mitigar los efectos del cambio climático. Ese es el horizonte, hay que hacer alianzas intersectoriales, las universidades tienen recursos humanos bien importantes que lo han estudiado por mucho tiempo y lo mejor es que hay muchos campesinos"

Incluso recordó que muchas personas ya están produciendo de forma integral, cuyas experiencias deben ser aprovechadas para tomarlas y multiplicarlas desde el ámbito local, considerando siempre a la gente.

MONOCULTIVO, LA DEVASTACIÓN

Javier Tovar, profesor titular de la Universidad del Cauca, Colombia, aseveró que el cambio climático es producto de un sistema económico que se ha centrado más en unos 50 o 60 años con la “revolución verde” que tuvo como centro la agroindustria y la generación de grandes monocultivos.

"Esos grandes monocultivos han echado a perder las fábricas de agua, las zonas donde se produce agua y que, digamos son muy importantes para el cambio climático, para el sostenimiento climático; hoy por esa serie de pérdida de los bosques de la gran biodiversidad asistimos a una crisis muy profunda a nivel ambiental y esa se da por todo el mundo", añadió.

Una de las razones, dijo, es precisamente el cambio de un modelo de producción sustentable y agroecológico que tenían las comunidades campesinas e indígenas a un modelo de producción de monocultivo extensiva.

“Entonces muchas de las razones es esa. Hoy en todas las comunidades campesinas está cambiando el clima. Por ejemplo, se están produciendo heladas en tiempos donde no se debían hacer. Todas las tecnologías que ellos han desarrollado, por ejemplo, con el control de las heladas, ya no tienen mucha utilidad porque ha cambiado el clima y son mucho más violentas”, dijo.

Es a partir de la innovación social que se tiene que trabajar conjuntamente, los centros de investigación y las universidades para tratar de mitigar esas grandes problemáticas como el cambio climático, que incide en la producción alimentaria.

“Hay regiones en las que se produce una helada, entonces han cultivado durante todo su año y en cierto momento hay una helada y afecta todos los cultivos, entonces hay grandes regiones donde produce papa, donde se produce café, todos esos cultivos se dedican a perder, imagínese toda la magnitud que eso tiene a nivel económico y, sobre todo, alimentarios”, expuso.

Consideró que el estado tiene que lograr solventarlo, pues las últimas crisis de la agricultura y de la producción tienen que ver con los efectos del cambio climático y que está relacionado también con la regulación del mercado.

“Hay un elemento muy importante y es que la agricultura se está enfocando a la producción de monocultivos, es decir, que a usted la hacen dependiente de un solo producto, llámese café, llámese papa, llámese caña de azúcar, y se están olvidando de producir su seguridad alimentaria, entonces antes en esos sistemas campesinos e indígenas no era un solo cultivo, sino que se producía una variedad y usted no era dependiente de un producto, sino que tenía varios productos y por lo tanto tenía asegurada su seguridad alimentaria”, subrayó.