Xalapa, Ver.-Cambiar de residencia a otros países para continuar su profesionalización es algo que la artista veracruzana G. Espinosa ha hecho en los últimos años. En septiembre de 2019 llegó a Bilbao, España, para realizar un posgrado en ilustración científica, algo que la mantenía muy contenta y ocupada, pero la pandemia por el Covid-19 se ha encargado de cambiarle el panorama: está en el extranjero tomando clases en línea, con gastos que cubrir en una moneda que ha aumentado su valor.
"Las sesiones no están mal, pero tampoco son lo mejor. Nadie estaba preparado para esto y lo que pensé en un primer momento fue regresarme a México, pero mejor me quedaré. Las clases presenciales está previsto que terminen los últimos días de junio y hay que hacer trabajos finales, entonces veré cómo se va dando lo de la cuarentena", dijo en entrevista telefónica con voz pausada y serena.
G. Espinosa menciona que ella es tranquila, un punto a favor para aguantar el confinamiento en un departamento en el que no está sola; comparte espacio con dos argentinas que ya perdieron su empleo, pero han sabido mantener la calma y comparten alimentos.
Ella tiene sus ahorros, pero sí lamenta el aumento del valor del euro y el consecuente impacto en sus finanzas.
Fuera de eso, asegura que lo que le causa más estrés es la entrega de tareas. Por lo demás, atiende las indicaciones, igual que todos quienes están en Bilbao, porque no hay muchas restricciones, pero sí multas económicas para quienes andan en la calle y no tienen manera de comprobar qué hacen fuera de sus casas.
"La verdad es que tampoco es que haya muchas ganas de salir. Por ejemplo, en el súper te llegas a tardar hasta una hora solo para poder entrar, porque el acceso es por grupos de 25. En las cajas las filas también son muy largas y se ven más impactantes porque el espacio entre uno y otro comprador es de dos metros o hasta tres. Sí usamos cubrebocas y en algunos lugares nos dan guantes que debemos tirar al terminar de adquirir los productos", refirió.
Desde la ventana de su departamento G. Espinosa ve pasar los días desde el 14 de marzo. Este mismo espacio le ha dado oportunidad de percibir cambios, como el del tranvía, cuyo servicio ha tenido varias modificaciones.
"Primero los horarios del transporte público cambiaron tanto que había concentraciones de personas en las horas pico; luego se fueron adaptando al flujo de usuarios. Hoy se percibe la tensión y la incertidumbre, pero me parece que hay buena disposición para evitar que el virus se propague".
Aunque no sabe si realmente es cierto lo que se dice en España de México —"hay la idea de que no se toma demasiado en serio"—, G. Espinosa invita a sus connacionales a tomar conciencia de lo importante que es asumir con responsabilidad el llamado de las autoridades de salud.
"Hay que pensar en el bien personal, pero también del de toda la comunidad", expresa antes concluir la llamada en la que comparte que extraña a su familia, a la cultura y tradiciones mexicanas, pero por ahora será el arte el que le permita abstraerse de la realidad.