Xalapa, Ver.- Hace dos años fue enfrentamiento entre trabajadores disidentes de Tubos de Acero de México (Tenaris-TAMSA) e integrantes del Sindicato Nacional Unidad y Progreso (SNUP) que dejó como saldo dos muertos y diez heridos. Los hechos se registraron la madrugada del 24 de marzo de 2017 en las afueras de las instalaciones del sindicato y ahora el líder de los tamseros, Pascual Lagunes Ochoa, habla de los hechos que describe como planeados con la intención de asesinarlo.
Querían matarme y planearon una emboscada, como no pudieron entonces la orden fue maten a sus propios seguidores para inculparme. Quisieron destituirme y los entonces secretario y subsecretario del Trabajo federal apoyaron al gobernador Yunes.
Luego fue encarcelado y ahora, absuelto completamente, expresa que no alberga odio ni deseo de venganza, pues eso corroe el alma.
Señala que la disidencia sigue vigente, que alguien la financia pues gastan millones de pesos, pero que ante eso lo que hace es dar resultados a la base trabajadora.
Indica además que TAMSA tiene un buen futuro y que su patrón, Paolo Rocca, está optimista ante lo que viene para una de las empresas más importantes de Veracruz y de México.
En entrevista exclusiva para Diario de Xalapa, tras ser absuelto de los delitos de homicidio doloso, terrorismo y apología a cometer un delito, relata cómo se registraron los actos que lo llevaron a la cárcel el 18 de mayo de 2017.
Asegura que su encarcelamiento tuvo fines políticos: “en ese momento no era tanto el mandato que ya tenía también mi paisano Miguel Ángel (Yunes Linares), sino que por la fuerza que significa mi sindicato y porque tomaría posesión como presidente del Congreso del Trabajo, significaba un contrapeso muy fuerte porque podía liderar muchos proyectos en el estado y no le convenía al proyecto del imperio y ahí se encontró la coyuntura para sacarme de circulación y mandarme a vacacionar. Por fortuna no se dio el imperio, pero la represión siguió para mí”.
De forma relajada, instalado en la Dirección de Diario de Xalapa, comentó que no es ningún secreto que apoyó en la batalla por la gubernatura y seguirá ayudando al priista y paisano suyo Héctor Yunes, a quien se refiere como su amigo de toda la vida, desde la niñez.
“En forma de chascarrillo lo digo que estuve de vacaciones un año, nueve meses, diez días, diez horas, 45 minutos, 59 segundos”, relata sonriendo para describir el tiempo que estuvo encarcelado y bajo proceso.
Dice que ese tiempo le ayudó a obtener una nueva actitud para poder colaborar con la empresa TAMSA, la cual está seguro que tendrá un futuro aún más prometedor para el bien de la economía del estado y los trabajadores.
“Fui víctima de una represión. Sí, eso me dejó situaciones que nunca en la vida se pueden borrar, pero tengo una virtud: en mi mente y mi corazón no se alberga el odio, ni la venganza, ni nada por el estilo porque siempre he entendido que eso corroe el alma”, expreó.
El líder de los tamseros expone ahora que mientras estuvo en prisión hubo personas que aprovecharon su ausencia para traicionar a Paolo Rocca, socio mayoritario de Tamsa, quien no dejó de brindarle su apoyo porque lo reconoce como representante de los trabajadores, “el doctor merece mi respeto porque me ha reconocido como su líder, tuve llamadas de él, muchas, estando de vacaciones (bajo proceso) con las cuales me alentaba a seguir luchando”.
Vestido de con pantalón de vestir y guayabera, comentó que cuando regresó a la empresa la disidencia, dirigida por José Carlos Guevara Moreno, el “Profe”, había crecido, pero no lo suficiente para poder destituirlo.
“Más allá de las diferencias que tengamos a nivel interno, éstas no pueden afectar la fuente laboral. Hay que cuidarla como una premisa mayor, así lo hicimos y me sentí reconfortado, esos sentimientos encontrados que traía en mi mente y un poquito en mi corazón, fueron despojados. La disidencia sigue, es muy preocupante, tengo que trabajar muy fuerte dando resultados, hay algunos que se han enganchado, mal invitados, haciéndoles creer que no iba a lograr mi libertad, por eso me toca llamarlos a la cordura, cuidando su sindicato y cuidando su fuente laboral”. considera Lagunes Ochoa.
Señaló además que el fin de la administración de Miguel Ángel Yunes Linares y la llegada de Cuitláhuac García Jiménez fue benéfico para su caso, pues únicamente se aplicó la ley adecuadamente, “hubo voluntad política que el anterior gobierno me negó”.
Recordó que a los ocho días de haber iniciado la actual administración le fuera otorgado el arraigo domiciliario y luego de tres meses fue liberado de todo cargo.
LA NOCHE DE LA EMBOSCADA
Con la tranquilidad que le da el haber sido absuelto de todo cargo, Lagunes Ochoa señala que el secretario y el subsecretario del Trabajo del pasado gobierno federal y el anterior gobernador se aliaron para querer quitarle la personalidad como secretario general, ya que el 30 de enero de 2017 apareció una toma de nota que dejaba sin efectos la del 26 de septiembre de 2016 que le fue entregada, acto que generó la confrontación entre los del SNUP y disidentes.
A detalle y sin detenerse en su relato, explicó que a propuesta de Rafael Adrián Avante Juárez (entonces subsecretario de la Secretaría del Trabajo) se debía realizar una asamblea general extraordinaria para tratar un solo punto: dirimir la situación que imperaba. En la misma se contaría con veinte inspectores del Trabajo y delegados de CTM estatal y regional para poder determinar cuál de las dos tomas de nota contaba con la mayoría de trabajadores afiliados, lo que se debía comprobar con el padrón.
La asamblea se realizaría el 26 de marzo, pero la madrugada del 24 -cuenta Pascual Lagunes- recibió una llamada en la que se le da a conocer que personal que simpatiza con el movimiento del “Profe” se estaba reuniendo para tomar por asalto el auditorio del sindicato.
“A las 11 de la noche me entero, ya había prometido el gobernador que habría toda la seguridad para realizar la asamblea, entonces estuve llamando a todos los grupos de emergencia, que en ese entonces era a través del 066, llamé a la Policía Naval, a todas las policías para que tomaran cartas en el asunto, acordonaran el auditorio y no se permitiera el asalto que se iba a dar. Todos dijeron que iban, pero nadie participó y como a la una de la mañana lo tomaron por asalto” expuso.
Para las 2 de la mañana, horario del receso del “desayuno” del personal que labora en el turno de la noche, se toma la decisión de buscar en esa misma madrugada el desalojo del espacio, por ello los trabajadores abordaron los autobuses que utilizan para su traslado y se dirigen al salón, donde eran esperados con una emboscada.
“Yo estuve muy enfermo esa madrugada, acudí muy tarde, varios familiares, sobrinos, por fortuna no fueron asesinados, pero sí heridos. Los compañeros que no eran trabajadores, pero no dejan de ser humanos, los recibieron con todo tipo de armas, desde armas de fuego largas, cortas, bombas molotov, piedras, garrotes, tubos y mi gente que salía de su trabajo afortunadamente salió con cascos que evitaron las pedradas”, comentó.
Con el ceño fruncido por el recuerdo que le traen los hechos registrados aquella noche, aseveró que algunos de los compañeros que participaron dieron cuenta de que la orden principal era asesinarlo, “pero como no vieron a Pascual, no pudieron; la orden era que si no me veían ‘hay que matar a dos, tres, cuatro, cinco de los mismos de ustedes para que se los atribuyan a Pascual, porque su grupo no va a matar a los suyos’ y sí lo hicieron”.
Tras los hechos, algunos testigos, que califica de falsos, los incriminaron con declaraciones “terribles” diciendo que lo habían visto con un arma corta abatiendo a un compañero, que presuntamente fue “rematado” por su suplente Cándido Canseco Castro. Ahora “él (Cándido) ha caído en la tentación de la disidencia, viendo mi ausencia, pero yo lo entiendo, mi familia se molesta conmigo porque lo defiendo, laboralmente se está portando mal, pero penalmente es inocente de esa acusación porque sabemos por nuestra gente más cercana que nunca empuño un arma corta ni larga”.
“No lograron sacrificarnos, asesinarnos, pero sí se logró sacarnos del aspecto sindical para que no estorbara para lo que seguía, el proyecto del imperio, pero ahí estuvo metido el Gobierno Federal, por lo menos del secretario y subsecretario del trabajo en apoyo de quien gobernaba en ese momento; les dije como reclamo que la omisión de prestar auxilio para evitar lo que se pudo haber evitado, es delito”, manifestó.
Resultados para los agremiados
La absolución que obtuvo el primer día de marzo fue benéfica no sólo para él, sino también para los más de 6 mil agremiados que tiene su sindicato, pues el pasado día 15 se realizó la revisión salarial con la que se obtuvo el incremento de 6.35% , más apoyos a la despensa, adelanto de las utilidades y 500 bases.
Además se logró un apoyo para los trabajadores punteros, conocidos así los líderes de grupos de empleados a los cuales se les otorga un plus económico, según la responsabilidad que tenga. Se obtuvo también primas por el uso de equipo especializado y para quienes trabajan cerca de fuentes de calor.
Como representante sindical y conocedor de lo que pasa en TAMSA asegura que la empresa ampliará sus actividades en abril, mes en el que se anunciará dicho crecimiento.
“Hemos tenido altos y bajos, pero se van superando, oigo muy optimistas a los patrones con el nuevo gobierno. Empieza la actividad petrolera, empiezan las perforaciones, hay un yacimiento importantísimo en la Cuenca de Burgos y en Cadereyta y que se va a explotar. Se les ha anunciado una apertura de Petróleos Mexicanos y esto le da certeza a la comercialización”, indica.
Refiere que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha visitado la empresa y el presidente Andrés Manuel López Obrador ya se entrevistó con el doctor Paolo Rocca, lo que refuerza el optimismo.
Aunque a la fecha está convencido de que el trabajo realizado por más de 28 años ha sido lo que lo ha mantenido al frente del sindicato, está consciente de que, en cualquier momento, incluso al final del periodo actual que vence en septiembre de 2020, podría ser destituido si la mayoría de los trabajadores así lo decide.
“El día que mayoritariamente me digan: ‘compañero Pascual creo que llegó el momento de que busquemos tu relevo’, sólo les pediré un favor, hay una puerta principal en el auditorio por donde entro siempre, lo que quiero es que me den la fortuna de salir por ahí, yo no quiero salir por la puerta trasera como bandido, es el único favor que les pido”, expone.
Por lo pronto señala que una vez que quedó absuelto, como festejo se realizó una asamblea en el auditorio que estuvo repleto, pese a que quiso ser opacado por un “mitin callejero” que llevó a cabo la disidencia.
“Sabemos que siguen teniendo patrocinio fuerte, ¿de dónde?, no tenemos la certeza, estuvieron en México quince días, gastaron millones de pesos que no sabemos de dónde los sacaron” expresó.
El 6 de septiembre de 1990, Lagunes Ochoa recibió de la Dirección General del Registro de Asociaciones la primera toma de nota que lo acreditó como secretario general interino por dos años y desde entonces tuvo la seguridad de que sería postulado para ser seleccionado por otro periodo, pero de cuatro años.
“Era una división enorme, se formaban siete grupos para disputarse el liderazgo sindical y cuando me abanderan todos se unieron conmigo, vino la reelección en una sola planilla, en el primer periodo sólo nos reeligieron a mi suplente y a mí. Cuando pasaron diez o doce años empezaron a dejar a mi comité, los trabajadores con mayor desempeño y así seguimos, soy el líder hasta que Dios y la mayoría lo decida”.