Córdoba, Ver.- Diana Isabel Rosas Zulueta y Luis Ángel Villegas Corona están unidos por algo más que una amistad: el amor a ser payasos. Sus historias son totalmente distintas, pero se unen cuando los dos se maquillan y salen a hacer reír a la gente. En ese momento son La Payasita Cheché y el Payaso Coquito Wasosky.
Aunque si bien es cierto que Diana tiene poco tiempo de haber incursionado en el arte de hacer reír a los demás, a penas dos años, también es cierto que el gusto por hacerlo le ha ayudado a mejorar en poco tiempo logrando incluso a dar shows de manera independiente.
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Por su parte, Luis Ángel lleva una carrera de 14 años de ese shows en diversos eventos locales y regionales, sin embargo, confianza que todos los días aprende algo nuevo de sus compañeros de gremio y de su amiga Diana, con quien ha logrado acoplarse a la hora de presentarse en algún escenario.
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Para ambos, el ser payaso va más allá de pintarse la cara y contar chistes, es una oportunidad para compartir con los demás parte de su historia y su pasión, es un momento que, dicen, jamás cambiarán por nada e incluso comenta que si volvieran a nacer, volverían a ser payasos.
“Yo creo qué hay que recalcar que ser payaso es un trabajo y una profesión en la que se tiene que trabajar mucho, se tiene que estudiar como en cualquier otra profesión” comenta la payasita Cheché, quien además de contar show hace malabares y algunos otros trucos.
Y aunque ha tenido que aprender a mezclar sus estudios de enfermería con los de ser payasa, ha logrado contar con el apoyo de su familia, quienes le dijeron que hiciera lo que hiciera, lo hiciera de la mejor manera, más ahora que quiere especializarse como enfermera neonatal.
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Por su parte, Coquito Wasosky señala que empezó de muy joven en el arte de ser payaso, primero en la cuadra de su casa con sus hermanos, después de manera individual, pero siempre con el objetivo de hacer lo mejor para arrancar una sonrisa a los demás.
Ambos, coinciden en que ser payaso es un momento de libertad y un don que no pueden cambiar, pero tampoco lo quieren hacer, pues para ellos, esto es su vida y es un momento para crecer como seres humanos, pues aunque también enfrentan problemas personales, jamás han permitido que esto influya en su vida diaria.
Y reiteran que sí tuvieran la oportunidad de volver al pasado, volverían a elegir ser payasos, pues más allá del maquillaje y los vestuarios coloridos, es un estilo de vida del que no quieren salir.