Xalapa, Ver.- Kachetín, Burbujita y Willi son una familia de payasos que han encontrado en los autobuses de servicio urbano una oportunidad para seguir trabajando en medio de la contingencia por el Covid-19.
Los eventos a los que regularmente acudían han sido cancelados y no se les permite dar shows en la vía pública para evitar aglomeraciones.
“Nos han cancelado muchos eventos porque están prohibiendo fiestas y todo eso donde hay mucha gente reunida, eso nos está afectando en realidad. Ahorita salimos a los camiones porque no tenemos eventos, las plazas públicas también están cerradas y no podemos trabajar”, dijo Kachetín.
Todos los domingos trabajaban en el recinto ferial de Banderilla, pero por el momento quedó cancelado. Ahora sólo esperan que la contingencia pase pronto y con ello su preocupación, dado que “viven al día”.
Aunque están “batallando un poco” porque también en los camiones hay poca gente y no todas las rutas están operando, no pueden darse por vencidos.
Se saben en riesgo, pero consideran que el cubrebocas o gel antibacterial no son artículos de primera necesidad y ponen su confianza en Dios para que no les pase nada.
Su única medida de precaución es lavarse constantemente las manos y confiar en que estarán bien.
Dejar de trabajar no es opción, pues esa es su forma de ganarse la vida. “Tenemos que seguirle hasta que ya no haya gente en los camiones o no haya autobuses, por lo mientras no”.
Desde hace 20 años Kachetín trabaja regalando sonrisas; su noble oficio ahora los comparte también con su esposa e hijo, “si no trabajamos en esto, no tenemos para sobrevivir”.
Burbujita, su esposa, lleva dos años siendo payasita, aunque ha desempeñado otras labores a lo largo de su vida. En este momento, dice que está buscando empleo, pero las oportunidades son nulas.
“Desgraciadamente no se me ha dado la oportunidad, tengo experiencia en distintas áreas, pero la verdad está muy complicado encontrar un trabajo estable, le estamos batallando bastante. He sido secretaria, he sido guardia de seguridad, en un hotel, pero ahorita le he buscado por todos lados y no hay trabajo, ponen muchas trabas”, añadió.
Su única opción, asegura, es trabajar un rato en la calle mientras la situación se mejora y tiene oportunidad de encontrar un empleo estable. Esa familia de payasos está tratando de ponerle la mejor cara a la contingencia por la que atraviesa el país y el mundo.