Las Vigas, Ver.- Durante más de 40 años el arroyo que cruza por esta cabecera municipal se encuentra contaminado. Basta con echarle un vistazo para ver a simple vista montones de basura, botellas de plástico, espuma, animales muertos y algunas descargas directas de aguas negras.
Los vecinos sostienen que la contaminación “es hecha a conciencia”, pues a pesar de que la recolección de basura funciona sin contratiempos y la red de drenaje está en buen estado, “hay quienes se empeñan en acabar con el río del pueblo”.
El arroyito, como se le conoce entre lugareños, surte su afluente de los manantiales que nacen en los cerros que rodean la cabecera municipal. Con el paso de los años algunos vecinos han tratado de sanearlo, pero les ha sido imposible porque son más las personas que contaminan.
Los malos olores pueden percibirse a distancia y, según los habitantes, por las noches “se vuelven insoportables y aún más durante los días de calor, al grado de ocasionar dolores de cabeza”.
El agua del afluente podría ser aprovechada para el consumo humano, pues al provenir de manantiales lo ideal sería mantenerla limpia y almacenarla para ocuparla durante la temporada de estiaje.
A lo largo del arroyito se encuentran las hoyas de la red de drenaje, pero al parecer no funcionan a la perfección, pues según los vecinos tienen fugas que contaminan aún más al afluente.
La suciedad es arrojada a diario. Al platicar con los habitantes, hay quienes aseguran que a cualquier hora llegan personas para lanzar sus desechos “sin misericordia”. “Hay unos carniceros que arrojan las vísceras y otros desperdicios al agua sin considerar el daño que se le hace al medio ambiente y a nosotros mismos como seres vivos”, indicó un vecino.
Han sido muchos los intentos entre habitantes por salvar el arroyito, pero sus esfuerzos no pueden dar resultados porque más tardan en recoger parte de los desechos que en encontrar más basura.