Ante el aumento del uso de plástico durante la pandemia por Covid-19, ambientalistas coinciden en que la crisis sanitaria no debe ser pretexto para retrasar las acciones en beneficio del planeta.
En el caso específico de las leyes creadas para el cuidado del medio ambiente, dijeron estar de acuerdo, sin embargo, puntualizaron que no son suficientes, “necesitan modificaciones, se debe garantizar su cumplimiento y acompañarlas de programas estratégicos”.
Los consultados dijeron que es un buen momento para analizar a profundidad las acciones que se tomarán en Xalapa ante la proximidad del vencimiento del plazo de seis meses para que entren en vigor las sanciones previstas en el Reglamento de Conservación Ecológica y Protección al Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable para quien haga uso de plásticos de un solo uso.
El activista, biólogo y docente Víctor Guadarrama Montiel declaró que no se puede hablar de resultados favorables si las autoridades no brindan educación real a la población sobre el correcto uso de los plásticos.
“Si las sanciones son para los comerciantes, ¿qué sucede con el resto de las personas?”, cuestionó, para luego expresar que es fundamental la aplicación de las tecnologías existentes para la recolección y reutilización de los plásticos.
Antonio Luna Díaz Peón, experto en sustentabilidad y ciencias atmosféricas de la Universidad Veracruzana, opina que a quien cree estos plásticos se les debe generar un impuesto para que ese dinero se asigne a la recuperación de los mismos.
“En general, esos plásticos se pueden reutilizar hasta para la construcción de viviendas. La recuperación puede llevar a hacer bloques o casas completas; se ha mencionado que para escasos recursos pero no, puede ser para cualquier persona que lo requiera”, explicó.
El meteorólogo puntualizó que lo malo no está en el uso del plástico sino en la manera en la cual lo usamos y cómo es entendida la sustentabilidad
“Si queremos hacernos sustentables no hemos aprendido. La sustentabilidad no es otra cosa más que lo que ahorita conocemos de nuestro planeta dejarlo tal cual, o mejor, para nuestras futuras generaciones. Es ahí donde estamos fallando”, expresó.
Marina Pérez Olguín, presidenta de EduEcología, apunta que la pandemia obliga a eficientar la recolección de plásticos y no solo centrarse en las leyes, las cuales, enfatizó “no traen los beneficios ambientales que necesitamos”.
Ella se refirió al sector comercio y expuso que está muy golpeado como para ahora solventar sanciones: “Me preocupa que solo sea instrumento recaudatorio para el municipio y por el confinamiento desconozco si ya hubo una campaña informativa sobre cuáles son las alternativas”.
Precisó que para la puesta en marcha del Reglamento las autoridades deben garantizar las condiciones para que el cumplimiento sea sí con las reglas, pero también con opciones sustentables para la sustitución del plástico.
Igual que Antonio Luna Díaz Peón, afirma que el problema no está en el uso sino en qué responsabilidad asumen quienes lo producen y cómo se involucra y responsabiliza quien lo emplea en su vida diaria.
“La industria del plástico en México ha tenido un crecimiento durante la pandemia, toca entonces resolver quién educa a las familias para evitar que esos materiales vayan a parar a los vertederos, mares o a los ríos, y qué hace el gobierno para atender a quienes ya tienen la conciencia del cuidado”, mencionó.
Por otra parte, la especialista en productos ecológicos Cristina Cabrera Munguía llamó tanto a las autoridades como a la población en general a identificar sustitutos del plástico que no sean producidos a partir de combustibles fósiles.
Entre los materiales no tóxicos, biodegradables o fácilmente reciclables nombró los siguientes: papel, cartón, vidrio, fibras naturales, cáscara de arroz, caucho natural, cerámica y proteínas animales.
“El trabajo es conjunto. Se requiere de voluntad política, conciencia ciudadana y compromiso individual”, declaró.