Xalapa, Ver.-Por la pandemia, los niveles de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera aumentaron a niveles récord en 2019, en tanto en 2020 y lo que va de 2021, por la pandemia, cayeron un seis por ciento.
¿Buena noticia? Sí. No obstante, la investigadora Xóchitl León Estrada expresa que la reducción se debe a las restricciones de movilidad, pero cuando se normalice la economía global las emisiones podrían ser mucho más cruentas.
La integrante de la Red Iberoamericana de Seguimiento a la Agenda 20-30 advierte que el cambio climático es el tema definitorio del tiempo actual y el mayor desafío para el desarrollo sostenible.
Combinados, señala que todos estos efectos están acelerando el avance y dejan muy poco tiempo para actuar si lo que se quiere evitar es que el cambio climático se nos escape de las manos.
Ante este panorama, convoca a actuar ya, en conjunto y como sociedad, pues el cambio climático continúa exacerbando la frecuencia y gravedad de desastres naturales, algo que se ve en los incendios forestales masivos, sequías, huracanes e inundaciones. Xóchitl León Estrada evidencia que la comunidad mundial rehúye el compromiso necesario para revertir la crisis climática, aun cuando la década más calurosa de todos los tiempos fue de 2009 a 2019, con una previsión de un aumento de 3.2 grados para 2100.
Lo anterior es compartido por la investigadora del Consejo Nacional de ciencia y Tecnología (Conacyt) como parte de un proyecto de divulgación en el cual colaboran El Colegio de Veracruz y las casas de Cultura de la entidad. La misión es hablar de la necesidad de medidas urgentes para abordar tanto la pandemia como la emergencia climática con el fin de salvar vidas y medios de subsistencia.
Expone que el desarrollo sostenible se alcanzará solo si somos capaces de cambiar algunos de nuestros hábitos, como los relacionados con la producción y el consumo.
Puntualiza que se requiere reducir la huella material, que es la cantidad total de materia prima extraída para satisfacer la demanda de un consumo final.
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Dicha huella, explica, es uno de los indicadores de las presiones que se ejercen sobre el medio ambiente para apoyar el crecimiento económico y satisfacer las necesidades. Alerta que en el mundo la huella material está creciendo tan rápido que sobrepasa a la población y el crecimiento económico.
“Para 2050, si no cambiamos nuestro estilo de vida, necesitaremos de tres planetas para sobrevivir”, indica.