Córdoba, Ver.- Pan, refrescos, arroz, pastas, frijol, refrescos, frutas y verduras son algunos de los productos más consumidos dentro de los hogares cordobeses, pues con la pandemia del Coronavirus, el recorte de empleo en las familias, el encierro social y la ansiedad hacen que estás mercancías suban sus ventas en las pequeñas tiendas de abarrotes o en supermercados.

Los productos básicos como jitomate, cebolla, papa, calabaza, y frutas como plátano, mango, manzana, piña, melón, sandía son algunos de los consumibles que han elevado sus ventas por su precio accesible o su facilidad para cocinar.

Sin embargo, también hay productos que han bajado su venta, como las carnes rojas (res y puerco), bebidas alcohólicas de todo tipo, cigarros así como también las frituras como papas o cacahuates.

En entrevista con Arlette, encargada de la tienda de abarrotes “Plaza Fundadores” de la ciudad de Ixtaczoquitlán, comentó que el arroz, frijol, azúcar, pastas para sopa y pañales individuales son los que más consumen, “veo que es lo que la gente se lleva de más, frijol y arroz, son los que llegan a sacar de 2 o 3 bolsas, pues es lo más comido y quizá lo más barato para ellos, no sabemos cómo este su economía; nosotros no hemos cerrado, pero si llevamos las medidas de sanidad necesarias, estamos en el centro del municipio, si cerrábamos iba a perjudicar a muchas familias”.

La disminución en las filas del pollo o carne llega a variar. En entrevista con Enrique Alvarado, líder tablajero del Mercado Revolución, dijo que las ventas de la carne de res o cerdo ha bajado pues la gente se inclina por comprar cosas más accesibles, aunado a esto, los cercos sanitarios y los imperfectos que tiene el zoco hace que la gente asista menos.

“La gente mayor y las amas de casa son las que más vienen, pero ahora con la pandemia pues los adultos no los dejan salir y sin escuelas las madres no tienen con quien dejar a sus hijos, no los exponen, inclusive también la venta de pollo ha ido bajando”. Señaló Alvarado.

Actualmente los precios de estos productos no han elevado; el kilo de bistec de puerco está en 100 pesos, la costilla de puerco en 80 pesos el kilo, en 90 pesos el kilo de la costilla de res, el kilo de bistec oscila entre los 120 a 130 pesos “no han variado los precios”.

TESTIMONIOS

Elvira Hernández, joven ama de casa, señaló que en su mercancía diaria o semanal no puede faltar la fruta o verdura, pues estas son complemento para su comida. Llega a comer quizá más carne de res o puerco a diferencia del pollo, pues en su familia es lo que más “jala”.

En cuestión de las verduras, las mezcla con la sopa o guisos diversos, pues el comer lo mismo todos los días puede llegar a ser aburrido y cansado, pese a que no tiene hijos, el consumo de refresco es todos los días y la compra de galletas, leche y pan es “una ley” para el momento de la cena.

Por su parte, Rufina Hernández García, ama de casa con dos hijos jóvenes adultos, dijo que debe de comprar jamón, salchicha, tortillas de harina para que sean de mejor preparación cuando ellos salen para el trabajo.

“Si llego a comprar pollo, ya sea pierna, pechuga o muslo, lo hago en diversas formas y con poca grasa pues mi suegra no come así y menos con sal, voy variando con las verduras que son al menos 3 días a la semana cuando se consumen, pero el huevo, frijol, leche, pan y arroz no pueden faltar en mi despensa porque son económicos y rápidos de preparar”.

Finalmente, Martha Muñoz, es el sostén de su casa y ella le da a su mamá para el gasto diario, en su despensa el queso, las tortillas, carne de res y puerco así como los frijoles y la sopa de pasta con su respectivo pollo es lo más consumido.

“Sigo laborando afortunadamente y pues puedo darme un gusto de tomar refrescos, pero en casa tomo agua natural o de sabor, no me gusta el endulzante artificial, ahora pues hemos bajado el consumo de la leche, uno o dos litros a la semana, no más porque nos gusta más el café negro”.

Se llega a pensar que puede ser la comida chatarra lo que más se pueda comprar, porque al estar en resguardo social y el tener a menores de edad en casa, con ello “pueden controlarlos”, pero muchas amas de casa e inclusive quienes no tienen hijos chicos, optan por comprar frutas y verduras que son más sanos y baratos.