Córdoba, Ver.- Maestros de la primaria Carlos A. Carillo, en la ciudad de Córdoba, han comenzado a prepararse en la Lengua de Señas Mexicana (LSM) para que a partir del próximo ciclo escolar puedan atender de manera correcta a quien será su primer alumno hipoacústico.
A decir del director del plantel, Mario Luis Hernández Mendoza, esta iniciativa busca, además de mejorar la atención al niño, promover la inclusión social del infante y ayudarlo a encontrar un sentido de pertenencia dentro de las aulas de esta institución.
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¿La capacitación de la Lengua de Señas Mexicana es para todos los maestros de la primaria?
Explica que todos los maestros del plantel están aprendiendo la Lengua de Señas Mexicana para que el estudiante pueda comunicarse en todo momento y sobre todo pueda sentirse parte de la institución educativa donde cursará su nivel primaria a partir del próximo ciclo escolar.
“Los maestros debemos estar preparados para poder atender a la gran diversidad de niños que nos llegan a la escuela, por ello nos estamos preparando en el lenguaje de señas mexicanos ya que el próximo año tendremos a un niño hipoacústico y necesitamos estar listos” dice.
Enfatiza que siempre se habla de que los niños deben adaptarse a la escuela, cuando realmente la escuela es la que debe adaptarse a los niños, por ello como profesorado buscan generar esa inclusión social con niños con discapacidad o incluso trastornos como el autismo.
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“Nosotros como escuela debemos ponernos a la par de los niños con discapacidad, la escuela debe adaptarse a ellos y darles las oportunidades para que puedan desarrollarse de manera plena y sobre todo puedan sentirse incluidos” explica.
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Detalla que de entrada se está capacitando a los maestros, pero poco a poco, conforme avance el próximo ciclo escolar se irá enseñando la Lengua de Señas Mexicana a los demás niños a fin de que también ellos puedan comunicarse con su compañero.
Comenta que la escuela está cubriendo los gastos de capacitación del claustro de maestros, pues lo que buscan es generar una verdadera inclusión social no solo para el niño que atenderán en el próximo ciclo, sino para los que están por venir con alguna discapacidad.
