Orizaba, Ver.- Los grupos de rescate de animal comenzaron a recibir solicitudes de adopción de perros y gatos tanto blancos como negros, pero para protección de los mismos detuvieron los procesos de adopción en este tiempo ya que por experiencia de años anteriores, a muchas de estas mascotas las utilizan para rituales.
Nazaret Lechuga Ángel, animalista, recordó que la encargada de Control Animal de la pasada administración de Nogales encontró en El Infiernillo, perteneciente a la congregación del Encinar, entre 30 y 50 animales muertos –entre perros, gatos, gallinas blancos y negros-.
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“Por eso los rescatistas, durante todo octubre y los primeros días de noviembre no damos animales en adopción, porque los degüellan”, esa es una medida de adopción para las mascotas. Dijo que si se autoriza el trámite le dan un seguimiento riguroso.
Mencionó que a la agrupación que ella encabeza comenzaron ya a preguntar por perritos negros. “Nunca antes habían preguntado, pero de la noche a la mañana comenzaron a preguntar por tres perritos negros”, dijo.
Señaló que quienes lo hacen no tienen preferencia en la edad del animalito, sólo por el color. “Por eso en esta época no damos a ninguno en adopción”, remarcó. Apuntó que esta medida la adoptan todos los grupos de rescate animal.
¿Cuál es el trámite que realizan?
El trámite que siguen cuando se va un animalito en adopción, es que el solicitante debe llenar un formato con los datos de su domicilio, ya que se visita dos veces al mes, para verificar que esté en buenas condiciones.
La mascota se entrega desparasitada, esterilizado y vacunado. Al solicitante se pide que no lo tenga amarrado ni en la azotea. En el formato de adopción se especifica lo que se quiere y lo que no, para el perro. Este documento se firma y se archiva junto con copia de la credencial de elector y comprobante del domicilio; además de que se entrega en el que será su domicilio.
Ponen atención en todo pues recordó que tener una mascota es una responsabilidad y compromiso pues al que se cuida es un ser vivo.
Nota publicada en El Sol de Orizaba
