A partir de esta fecha estaré compartiendo con ustedes mis opiniones. Lo haré sobre temas de carácter político, priorizando los asuntos que sean de interés para mi estado y que tengan como marco el quehacer legislativo. Agradezco a Organización Editorial Mexicana (OEM) y a Víctor Murguía la oportunidad de escribir. Esta invitación confirma la pluralidad que encierran las páginas del Diario de Xalapa, al dar espacio a las diversas visiones que nutren el debate público en Veracruz.
Y hablando de debate público, la recién instalada LXV Legislatura del Congreso de la Unión será el centro de la discusión de temas que irán más allá de sus propias atribuciones. Simultáneamente, las Cámaras que lo conforman estarán no sólo desahogando un conjunto de reformas legales y cumpliendo con sus funciones de control, sino también perfilando el futuro escenario político del país.
Permítame explicarme.
La alianza opositora se pensó, y luego se hizo realidad, buscando equilibrar las fuerzas políticas al interior de la Cámara de Diputados y así lograr un contrapeso frente al Poder Ejecutivo. Fue una alianza electoral donde los electores otorgaron, de manera clara y específica, el mandato de proteger el orden constitucional y el andamiaje institucional que garantiza normalidad democrática, el sentido social y productivo del presupuesto y las libertades ciudadanas.
Si el frente legislativo opositor no lo cumple, con toda seguridad, se cancelará la posibilidad de concretar futuras alianzas. Esa es la apuesta de quienes temen alianzas en el futuro y, por tanto, pretenderán romper el bloque legislativo. Lo intentarán sembrando desconfianza con negociaciones que sólo beneficien a alguna de las partes, reviviendo las diferencias ideológicas y la rivalidad histórica existente entre los partidos que la conformaron y pretendiendo intimidar o comprar voluntades entre sus integrantes.
Para impedirlo se debe imponer una agenda legislativa muy precisa sobre lo que conjuntamente respaldaremos, para garantizar, en el futuro, la cohesión de todos en un solo bloque. No habrá unanimidad en todas las cuestiones, existen diferencias difíciles de armonizar, pero también existe claramente una visión compartida sobre los bienes públicos que se deben proteger, los derechos a tutelar y las políticas públicas a recuperar.
La alianza buscará subsanar el daño provocado por la cancelación del Seguro Popular, garantizando el abasto de medicamentos y servicios en un sistema de salud actualmente rebasado, más por la desatención gubernamental y la pandemia que por la calidad de su personal. Procurará atender también los requerimientos del sector educativo en un momento especialmente complejo debido al retorno presencial de maestros y alumnos. De igual forma buscará impulsar la producción del sector primario y fortalecer la generación de empleo, a la par de la capacidad presupuestal de las entidades y municipios del país. Además, pretende restablecer fondos destinados a temas vitales como la atención por desastres naturales, cultura y deporte, entre muchos otros de interés público.
